Londres (AFP) – Alcanzando la final de la Liga de Campeones, el sábado próximo en Oporto contra el Chelsea, el Manchester City logra uno de los grandes objetivos de su rico propietario emiratí, aunque las ambiciones del City Football Group (CFG) van mucho más allá de las fronteras inglesas.
Nuevamente campeones de la Premier League, los Citizens son el sol en la galaxia CFG, que reagrupa diez astros de los cinco continentes, desde Oceanía a Sudamérica.
Con el objetivo de convertirse en «la primera organización futbolística realmente mundial», su presidente Ferran Soriano aplica las recetas de la ‘franquiciación’, a veces llamadas ‘Disneyficación’ del fútbol.
El éxito en la Premier League, el campeonato más lucrativo y seguido del mundo, con cinco títulos en la última década, y con la posibilidad de una primera corona europea, no es más que la parte visible del iceberg.
Aquí y allá, las inversiones y el saber hacer de CFG comienzan a dar sus frutos, dentro y fuera de las canchas.
Creado hace solo siete años, el Mumbai City FC ha conseguido por primer vez el campeonato de India, mientras que el Melbourne City FC ha acabado primero la fase regular de la A-League australiana.
A destacar que a CFG le gusta que sus ‘filiales’ tengan las mismas iniciales, MCFC, que su buque insignia.
Objetivos a medida –
En Europa, su última adquisición, el Troyes francés, ha logrado el ascenso a la Ligue 1, mientras que el Girona pelea por regresar a la élite del campeonato español.
No obstante, CFG no aspira a que todos sus equipos obtengan los mismos resultados.
«Cada club perteneciente al City Football Group tiene objetivos individuales, porque cada equipo es diferente», explica a la AFP Javi Noblega, director comercial del Montevideo City Torque, el club uruguayo perteneciente al CFG.
Montevideo City Torque y el Club Bolívar, basado en La Paz, con el que CFG ha firmado un «acuerdo», sirven de antenas y de imán para los reclutadores del grupo.
«La idea de esta estructura es atraer los mejores talentos en Uruguay y en la región», detalla Noblega.
El interés por estos clubes es el de disponer de jóvenes con talento antes de revenderlos, ya sea a otros miembros del grupo o a cualquier equipo interesado.
Y aunque jugar en el Etihad Stadium sea una quimera para la gran mayoría de estos jóvenes, la operación debería ser rápidamente muy lucrativa.
Sólo con la venta del centrocampista del Melbourne City Aaron Mooy al club inglés del Huddersfield en 2017, por 11,5 millones de euros (14 millones de dólares), el CFG ya ganó más que la inversión que hizo para comprar el club australiano.
Asociando una marca mundial a las características de los mercados locales, CFG trata de lograr suficientes ingresos comerciales para no depender de las subvenciones de Abu Dabi y competir con los grandes de Europa, como Manchester United, Real Madrid y Barcelona-
«Organización horizontal» –
En el seno del CFG, todo funciona en red. En Japón, su entrada minoritaria en el accionariado de los Yokohama Marinos (20%), controlados por el gigante de la automoción Nissan, dio paso a un contrato de patrocinio para todos los equipos del grupo.
«La comunicación dentro del City Football Group es diaria y no solo está relacionado con lo económico, sino también con el marketing, la comunicación, el patrocinio u otros sectores», destaca Noblega.
«La organización es muy horizontal. Estamos en contacto con las personas más importantes de esos ámbitos en el seno del CFG. Nos sentimos realmente valorados aprendiendo de los mejores», asegura.
El crecimiento económico del grupo ha hecho rápidamente subir su valoración.
En 2015, China Media Capital adquirió el 13% por 400 millones de dólares (330 millones de euros) y cuatro años más tarde, el fondo de inversión Silver Lake Partners pagó un 25% más por solo el 10% del capital, con una valoración del conjunto de 4.000 millones de euros (4.886 millones de dólares).
En 2008, el jeque Mansour bin Zayed al Nayan ‘sólo’ había desembolsado 210 millones de libras (245 millones de euros; casi 300 millones de dólares) por la compra del Manchester City al antiguo primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra, cuando el club vivía a la sombra de su gran rival, el United.
El próximo sábado, si ganan la final de la Champions, el que sería su primer triunfo continental, se celebrará en todo un mundo que tienen ‘dominado’ gracias a sus franquicias.