El módulo de aterrizaje InSight de la NASA detectó dos sismos en una ubicación de Marte llamada Cerberus Fossae, en el mismo lugar donde se detectaron anteriormente dos temblores.
Los nuevos sismos, de magnitud 3.3 y 3.1, se unen a otros dos de intensidad 3,6 y 3,5 respectivamente. Aunque InSight ha registrado más de 500 terremotos hasta la fecha, estos son cuatro de los mejores registros de terremotos que sirven para sondear el interior del planeta.
“En el transcurso de la misión, hemos visto dos tipos diferentes de martemoto: uno que es más ‘parecido a la Luna’ y el otro, más ‘parecido a la Tierra’”, dijo Taichi Kawamura del Instituto de del Globo de Francia en París, que ayudó a proporcionar el sismómetro de InSight y distribuye sus datos junto con la universidad de investigación suiza ETH Zurich.
Las ondas de los terremotos viajan más directamente a través del planeta, mientras que las de los terremotos lunares tienden a estar muy dispersas; los martemotos caen en algún punto intermedio. «Curiosamente», continuó Kawamura, «estos cuatro terremotos más grandes, que provienen de Cerberus Fossae, son ‘similares a la Tierra»’.
De acuerdo con la NASA, el estudio de los martemotos permite al equipo científico de InSight lograr una mejor comprensión del manto y el núcleo de Marte. El planeta no tiene placas tectónicas como la Tierra, pero tiene regiones volcánicamente activas que pueden causar retumbos.
Los sismos del 7 y 18 de marzo añaden peso a la idea de que Cerberus Fossae es un centro de actividad sísmica.
Los sismos anteriores ocurrieron hace casi un año marciano (dos años terrestres), durante el verano en la zona norte de Marte. Pero, durante la última temporada de invierno en el norte, InSight no pudo detectar ningún temblor debido a la vibración causada por el viento.
El sismómetro del Insight, llamado Experimento Sísmico para Estructura Interior (SEIS), es lo suficientemente sensible, aun cuando está cubierto por un escudo en forma de cúpula para bloquearlo del viento y evitar que se enfríe demasiado.
Sin embargo, el viento puede causar suficiente vibración para ocultar algunos martemotos. Durante la última temporada de invierno en el norte, InSight no pudo detectar ningún sismo.
«Es maravilloso volver a observar los martemotos después de un largo período de registro del ruido del viento», dijo John Clinton, un sismólogo que dirige el Servicio de Martemotos de InSight en ETH Zurich. “Un año marciano después, somos mucho más rápidos en caracterizar la actividad sísmica en el Planeta Rojo”.