Santiago (AFP) – El presidente chileno, Sebastián Piñera, lamentó este sábado la muerte de un policía y un agricultor que habrían sido víctimas de bandas criminales y narcotraficantes en la región de la Araucanía, y pidió no confundir estos hechos de violencia con el pueblo Mapuche.
Durante un operativo antidroga el jueves en la comunidad mapuche de Temucuicui, el agente de la Policía Civil Luis Morales fue abatido a tiros por supuestos narcotraficantes que utilizaron armamento de grueso calibre. En tanto, el agricultor de 70 años Orwal Casanova recibió un disparo en el rostro en su hacienda cerca de la localidad de Victoria.
Piñera lamentó y condenó los hechos tras asistir al funeral del agente este sábado en Santiago, y manifestó que en Temucuicui «se han enquistado organizaciones de crimen organizado y bandas de narcotráfico», provocando pavor entre la población en los últimos meses.
«No aceptaremos jamás, en ningún lugar de Chile, que bandas de crimen organizado o narcotráfico, dispuestos a asesinar a personas inocentes, incluyendo funcionarios de nuestras policías, tengan y utilicen armas militares en forma ilegal y administren redes de narcotráfico o plantaciones de droga», dijo Piñera.
«Estamos todos consternados, hay que hacer algo para cambiar esta situación, no es raro, no es poco común, le pasa a mucha gente y me da pena porque nadie hace nada», dijo a su vez Francisco Casanova, hijo del agricultor fallecido, durante su funeral en la Araucanía.
Piñera pidió no confundir estos hechos con el pueblo Mapuche -la mayor etnia de Chile- que sostiene un histórico conflicto con el estado chileno en el que demanda por derecho ancestral tierras de la Araucanía que han sido entregadas a empresas madereras y agricultores.
«Nunca debemos confundir la acción criminal de estos grupos con el pueblo Mapuche que es un pueblo por esencia, por tradición, amante de la justicia y de la paz», sostuvo Piñera.
Pero, según el gobierno y agricultores locales, existen grupos radicales o «terroristas» que apoyan las demandas indígenas que estarían detrás de algunos de los cientos de ataques incendiarios a colegios, camiones y maquinarias agrícolas ocurridos en los últimos meses en las regiones de la Araucanía y el Biobío (sur) y que han mantenido en tensión esta zona.