San José (AFP) – Costa Rica anunció este viernes que abrirá totalmente sus puertas a los visitantes de Estados Unidos, principal fuente de turismo para el país centroamericano, luego de haberlo restringido a los estados con menos contagios de covid-19.
El ministro de Turismo de Costa Rica, Gustavo Segura, adelantó que los visitantes de los estados de Florida, Georgia y Texas estarán habilitados para ingresar al país centroamericano a partir del 15 de octubre, sumándose a otros 21 estados ya admitidos.
A partir del 1 de noviembre se abrirán las fronteras a visitantes de todo Estados Unidos.
«Abrir el mercado de Estados Unidos permitirá reactivar el turismo en todo el país», declaró Segura en conferencia de prensa.
Precisó que esa apertura «significa la posibilidad de recuperar al menos 80.000 empleos y generar 1.500 millones de dólares para 2021», según proyecciones del Ministerio de Planificación.
El turismo es uno de los sectores más golpeados por las medidas restrictivas contra el covid-19.
Costa Rica cerró sus fronteras a visitantes extranjeros en marzo, cuando se detectaron los primeros casos de covid-19, y comenzó una reapertura paulatina en agosto para visitantes de la Unión Europea, Reino Unido y Canadá.
En septiembre se sumaron varios países asiáticos y Uruguay, y algunos estados estadounidenses.
Segura indicó que ya hay varias aerolíneas interesadas en retomar vuelos a los dos aeropuertos internacionales de Costa Rica para la temporada alta de turismo, que comienza en noviembre.
Como requisito, los visitantes deben presentar una prueba negativa de covid-19 tomada al menos 72 horas antes de viajar, y un seguro de viaje que cubra pandemia.
Estados Unidos aporta entre 45% y 50% de los más de 3 millones de turistas extranjeros que recibía Costa Rica anualmente antes de la pandemia.
El sector turístico es clave para la economía del país centroamericano, y genera 220.000 empleos directos y 400.000 empleos indirectos.
Segura se mostró preocupado por una ola de bloqueos en varias partes del país en una protesta contra la negociación de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para sanear las finanzas públicas.
El ministro pidió protestar sin impedir que los turistas nacionales y extranjeros puedan llegar a sus destinos.