Santiago (AFP) – Cientos de venezolanos acampan en las afueras de la embajada de su país en Santiago, en busca de ayuda para retornar a sus país tras la crisis desatada por el nuevo coronavirus.
Si hace una semana eran un poco más de 100 los venezolanos que pedían ayuda en la puerta de su embajada, este lunes eran más de 300 -entre ellos ancianos y niños- los que se instalaron en un improvisado campamento, junto a maletas, mochilas, bolsos, mantas y colchones, constató la AFP.
Los venezolanos constituyen la mayor colonia de migrantes en Chile, con cerca de 400.000 personas, quienes comenzaron a llegar en masa al país desde 2014, atraídos por la economía y la estabilidad política del país.
Pero primero el estallido social que se desató en octubre del año pasado -con multitudinarias y violentas protestas sociales- y luego la crisis del coronavirus convirtieron los sueños de muchos migrantes venezolanos -sobre todo los últimos que llegaron- en una pesadilla tras perder sus trabajos y viviendas.
«Estábamos buscando sueños que no se cumplieron, porque el mundo cambió por la pandemia y necesitamos que por favor el presidente Nicolás Maduro nos aborde en el próximo vuelo», dijo el venezolano Alejandro Parada a radio Cooperativa.
Otros venezolanos que han logrado mantenerse económicamente los ayudan con alimentos que han sido colocados en una mesa en medio de la calle, mientras que un par de peluqueros les cortaron el cabello gratis.
Migrantes también han instalado campamentos en las afueras de la embajada de Perú en Santiago y del consulado general de Bolivia, para exigir ayuda para retornar a sus países.
La semana pasada, unos 250 venezolanos embarcaron en un vuelo humanitario rumbo a Caracas, mientras que desde abril cerca de un millar de bolivianos han logrado cruzar la frontera hacia su país -cerrada desde hace varias semanas por el coronavirus- luego de haber cumplido un periodo de cuarentena en la ciudad de Iquique (norte chileno).