Bruselas (AFP) – La Comisión Europea presentó este jueves su nueva metodología para luchar contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, y propuso incluir en su lista negra a Panamá y Nicaragua.
«Necesitamos poner fin al dinero sucio que se infiltra en nuestro sistema financiero», aseguró el vicepresidente de la Comisión Valdis Dombrovskis, para quien la Unión Europea (UE) refuerza así su papel mundial.
Bruselas vuelve así a la carga, después que los países de la UE rechazaron en marzo de 2019 su primera propuesta de reforma de su lista negra por dudas sobre su elaboración y entre críticas de los países señalados.
Los nuevos criterios establecen un vínculo entre la lista de la UE y la del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), un «mayor compromiso» con terceros países y una «consulta reforzada» en el seno del bloque.
A la espera de los debates, la Comisión propuso incluir ya en su actual lista negra a Bahamas, Barbados, Birmania, Botsuana, Camboya, Ghana, Jamaica, Mauricio, Mongolia, Nicaragua, Panamá y Zimbabue.
En la propuesta, ya no figura en cambio Arabia Saudita ni las jurisdicciones estadounidenses de Samoa americana, Guam, Puerto Rico y las Islas Vírgenes americanas, que protestaron en su momento en 2019.
El ejecutivo comunitario propone sacar de la lista vigente a Bosnia-Herzegovina, Etiopía, Guyana, Laos, Sri Lanka y Túnez, dejando en ella a Afganistán, Irak, Pakistán, Siria, Trinidad y Tobago, Uganda, Vanuatu y Yemen.
Los países europeos, reunidos en el Consejo de la UE, y la Eurocámara deben ahora dar su visto bueno en el plazo de un mes a las modificaciones de la Comisión, que también anunció otras iniciativas a nivel interno.
Bruselas propondrá en «el primer trimestre de 2021» la puesta en marcha de un «supervisor a nivel de la UE» encargado de luchar contra el blanqueo, a petición de los países del bloque en diciembre.
«El papel y el alcance de esta vigilancia» europea y del órgano que se encargará se definirá «tras una evaluación en profundidad de todas las opciones» y tras una consulta pública lanzada el jueves, señala Bruselas.
Dombrovskis reconoció que algunos países, encargados actualmente de vigilar la aplicación de las reglas en este sector, tienen «poco apetito» por un nuevo organismo y otros abogan por reforzar la Autoridad Bancaria Europea (ABE).