Quito (AFP) – Ecuador, uno de los países latinoamericanos más afectados por la pandemia, mantendrá sus fronteras cerradas en mayo, cuando irá retomando sus actividades de manera progresiva tras siete semanas de paralización, anunció el domingo el presidente Lenín Moreno.
El gobernante dijo a través de la radio y televisión que «se mantendrán» medidas adoptadas en marzo ante el brote de coronavirus como el cierre de fronteras -por lo que no hay vuelos locales ni internacionales-, la prohibición del transporte interprovincial, eventos masivos y aglomeraciones y suspensión de las clases.
Moreno declaró el estado de excepción el 16 de marzo, a partir de cuando aplica la suspensión del trabajo presencial y otras restricciones como la movilización de vehículos y toque de queda de 15 horas al día para promover el confinamiento.
Ecuador, donde se registran 22.719 casos de coronavirus, incluidos 576 muertos, prevé pasar el 4 de mayo de la fase del «aislamiento» a la del «distanciamiento» por zonas y de acuerdo al nivel de riesgo, con miras a restablecer las actividades de manera paulatina.
El Ejecutivo, que también reporta otros 1.060 fallecidos «probables» por la covid-19, a los que no se les realizaron pruebas, aplica un sistema de semáforo que está en rojo, de máximo peligro, para ir diferenciando el grado de inseguridad en las distintas zonas del país.
Empero, la última palabra la tendrán los alcaldes en sus divisiones territoriales.
Moreno explicó que desde el 4 de mayo las regiones en rojo mantendrán las mismas medidas en vigencia, aunque se ampliará el comercio en línea con entrega a domicilio.
En amarillo, los sectores público y privado reanudarán labores con un 50% de personal, se reactivará parcialmente el transporte urbano, se ampliará la circulación de autos particulares de uno a dos días a la semana y el toque de queda será de once horas.
En verde, el trabajo será con hasta un 70% de empleados y con horarios diferenciados para evitar concentración de personas, reabrirán algunos comercios, los vehículos podrán rodar tres días y el toque de queda bajará a ocho horas.
«Al menor indicio de rebrote del virus, volverá la situación inicial de aislamiento y toque de queda», enfatizó Moreno.
Sostuvo que «esto no significa que la emergencia sanitaria haya terminado» y que «cualquier alerta, cualquier mínimo rebrote del virus ante indicadores que evidencien la inobservancia de las restricciones, nos obligará a aplicar de nuevo las medidas iniciales de aislamiento».