Bogotá (AFP) – La Iglesia católica de Colombia está envuelta en un escándalo tras apartar a por lo menos 15 sacerdotes denunciados por abuso sexual, en vísperas de una Semana Santa inusual por la pandemia global del nuevo coronavirus.
Los religiosos suspendidos pertenecen a la Arquidiócesis de Villavicencio, una ciudad próxima a Bogotá, y su caso está en manos de la fiscalía, señaló un portavoz religioso este viernes.
«Se suspendieron a 15 sacerdotes de la arquidiócesis como medida cautelar (…), porque están en un proceso de investigación previa», dijo Carlos Villabón, vocero de esa jurisdicción religiosa, a la AFP.
Los clérigos fueron denunciados el 14 de febrero por un colombiano mayor de edad por presuntos «hechos contra la moral sexual».
«Siguiendo los protocolos de la Comisión Arquidiocesana de Protección de Menores esta noticia se puso en conocimiento de la Fiscalía (…), y nos pusimos en total disponibilidad para colaborar con las investigaciones», agregó la Arquidiócesis de Villavicencio en un comunicado.
La identidad del denunciante se mantiene bajo reserva.
– Presunta red de abuso –
El periodista Juan Pablo Barrientos, autor del libro «Dejad que los niños vengan a mí» sobre pederastia y encubrimiento en el clero colombiano, aseguró a la AFP que el escándalo involucra a más religiosos: 15 de Villavicencio y cuatro más de otras diócesis.
Barrientos dijo que supo por fuentes judiciales y eclesiásticas que los sacerdotes conformaban una red de abuso sexual.
Los 19 fueron sancionados por la Iglesia y están bajo investigación judicial. Las autoridades eclesiásticas solo confirmaron la sanción a 15 sacerdotes.
«El denunciante es una fuente protegida de la fiscalía; está en una casa fiscal porque está amenazado y corre peligro su vida», añadió el periodista.
El órgano investigador no se ha pronunciado sobre el expediente, por lo que se desconoce si el colombiano es víctima de los curas o tiene información sobre la presunta red.
En su mensaje, la arquidiócesis sugiere que se trata de una persona directamente agredida. «Le expresamos nuestro profundo dolor y solidaridad y le hemos ofrecido un acompañamiento psico-espiritual», señala.
Al mismo tiempo destacó que la Iglesia ha actuado en el caso conforme los «lineamientos dados por el Papa Francisco (…) de tolerancia cero con los abusos sexuales de parte de clérigos».
El arzobispo de Bogotá, monseñor Rubén Salazar, reconoció en marzo de 2019 que la Iglesia conoce más de 100 casos de abusos sexuales en Colombia, aunque no precisó las edades de las víctimas ni el periodo en que fueron cometidos.
El escándalo que saltó este viernes a la luz pública ocurre en la antesala de la Semana Santa.
Mayoritariamente católicos, los colombianos y el resto de fieles en el mundo se preparan para una conmemoración inusual por cuenta de la pandemia de la COVID-19.
El virus, que ya mató a unas 52.000 personas y ha contagiado a más de un millón en el planeta, mantiene a la mitad de la humanidad confinada.
A raíz de ello, están suspendidas celebraciones masivas como las que cada año llevan a millones de católicos a los templos para recordar la muerte y resurrección de Jesucristo.