Managua (AFP) – Sin poder contener las lágrimas, decenas de madres nicaragüenses que perdieron a sus hijos en las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega exigieron este domingo «justicia» durante una misa en la Catedral, asediada por la policía.
«Queremos justicia, mi hijo va a cumplir dos años de muerto y no se le ha hecho justicia», expresó llorando Carolina Ramírez a la AFP, mientras sostenía la fotografía de su hijo Marlon, un estudiante que falleció de un tiro durante las protestas opositoras del 2018.
«El dolor no ha pasado, todos los días lo lloro», agregó la mujer, quien afirmó que además de la impunidad que rodea la muerte de su hijo, también tiene que sacar su foto a «escondidas» por temor a la represión que persiste contra los opositores.
Las manifestaciones, que duraron varios meses en 2018, fueron reprimidas con violencia, causando al menos 328 muertos, centenares de encarcelados y 88.000 exiliados, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El gobierno de Ortega, en el poder desde hace 13 años, atribuyó el estallido a un fallido golpe de Estado, y en 2019 aprobó una amnistía que prohíbe investigar a los responsables de la violencia ocurrida en las manifestaciones.
«Nos han roto el corazón, mi hijo no era vago, ni delincuente como le llaman» los seguidores del gobierno, reclamó Alejandra Rivera, cuyo hijo Daniel murió baleado junto a otros 15 opositores en una de las protestas.
Este domingo, la iglesia católica, que auxilió a los manifestantes heridos durante el estallido social, ofreció una misa en memoria de los muertos en la Catedral de Managua.
«Ofrezcamos responso por todos los que han sufrido una muerte vil en manos de personas que han actuado motivados por el mal», dijo el sacerdote Said Ruiz, en alusión a las fuerzas del gobierno.
El religioso instó sin embargo a los afectados por la violencia a no buscar venganza, sino perdonar y sumarse a la «revolución del amor» que promueve el papa Francisco.
«La justicia excluye la venganza», recordó el sacerdote.
Al finalizar la misa, las madres se concentraron en el atrio de la Catedral. Cuando terminaron, varios antimotines les bloquearon la salida por uno de los portones, sin que ocurrieran incidentes.
«¡Las madres están presentes y exigen justicia, justicia, justicia!», reclamaron a gritos.
Nicaragua vive una profunda crisis política y económica desde las protestas del 2018.
La oposición se organiza en torno a una coalición que será lanzada el próximo martes para intentar sacar del poder al partido de gobierno de Ortega en las elecciones del 2021.