Lima (AFP) – El octogenario expresidente peruano Alberto Fujimori, quien cumple una condena de 25 años de prisión, fue internado este lunes en una clínica limeña tras sufrir problemas neurológicos y pulmonares, informó a la AFP su médico de cabecera, Alejandro Aguinaga.
«(El expresidente) Está en evaluación», dijo Aguinaga tras visitar a Fujimori en la Clínica Centenario Peruano Japonesa. Acotó que se precisaba saber «qué es lo que está pasando en la parte pulmonar. Le van hacer una tomografía de pulmones».
«Les he dicho también (a los médicos de la Clínica) que le diera una miradita el neurólogo, no vaya a haber hecho una isquemia transitoria», explicó.
Aguinaga manifestó que el exmandatario (1990-2000), «si bien no está ventilando perfectamente, está controlado» su problema pulmonar.
Los médicos de la prisión se percataron el domingo en la noche que Fujimori, de 81 años, no estaba respirando bien, por lo que le suministraron oxígeno. Poco después decidieron que fuera trasladado a la clínica.
Una fuente del entorno familiar había informado a la AFP más temprano que Fujimori había sido trasladado a la clínica a las 02H00 locales (07H00 GMT) por problemas neurológicos, una especie de parálisis facial, y un alza de la presión arterial.
«Él está en observación en [a unidad de] cuidados intermedios de la Clínica», donde ha sido internado varias veces en años anteriores, explicó entonces la fuente.
Fujimori cumple una sentencia de 25 años de cárcel por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde escuadrones de la muerte integrados por militares asesinaron a 25 personas -un niño, entre ellas- en una supuesta operación antiterrorista durante su gestión.
El expresidente de ancestros japoneses, cuya condena se termina de cumplir en 2033, está recluido en una base policial al este de Lima, desde que fue revocado en octubre de 2018 un polémico indulto que le había concedido en la Navidad de 2017 el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
Su última declaración pública se registró hace cinco días para lamentar que su primogénita, la líder opositora Keiko Fujimori, de 44 años, fuera enviada a prisión preventiva de 15 meses por supuestos actos de corrupción.
«Existe una obsesión política contra la familia Fujimori», afirmó el exgobernante en un manuscrito divulgado en esa ocasión.