Lima (AFP) – El presidente peruano, Martín Vizcarra, recibió este lunes promesas de apoyo de algunas bancadas del fragmentado nuevo Congreso para su cruzada contra la corrupción, que era resistida con fiereza por el fujimorismo que dominaba la anterior legislatura.
Sin partido político, Vizcarra requiere del respaldo de varias bancadas moderadas del parlamento que asumirá funciones en marzo para que sean aprobados sus proyectos de reformas políticas y judiciales, pendientes desde 2018 por el rechazo fujimorista.
El mandatario sostuvo reuniones con cuatro bancadas, entre ellas la del ahora minoritario partido fujimorista Fuerza Popular (derecha populista), cuya líder Keiko Fujimori, en prisión preventiva desde hace seis días por supuesta corrupción, había cortado el diálogo en julio de 2018 tras una breve «luna de miel» con Vizcarra.
«Le hemos recordado al presidente Vizcarra y a sus ministros» que existen proyectos de ley paralizados sobre seguridad ciudadana y violencia contra la mujer, dijo el líder de la nueva bancada fujimorista, Diethel Columbus, a la salida de la reunión este lunes en la noche.
El tono sereno empleado por Columbus con la prensa contrastó con el estilo belicoso que mostraban antes los parlamentarios de su monolítico partido, que recibió un voto castigo el pasado 26 de enero, pasando a tener 15 escaños de 73 ganados en 2016.
Los líderes de otras dos bancadas dijeron que propondrán en el nuevo Congreso la eliminación de la inmunidad parlamentaria como una vía para combatir la corrupción y la impunidad entre la desprestigiada clase política peruana.
«Ha sido una reunión muy importante, hemos conversado sobre las reformas políticas pendientes. Ha habido un compromiso de Alianza para el Progreso (APP) en apoyar las reformas políticas, apoyar las reformas judiciales», declaró el líder de este partido de centroderecha, César Acuña.
También el partido Somos Perú (centroderecha) dio su apoyo a las reformas anticorrupción de Vizcarra.
El popular Vizcarra tiene programadas entrevistas con otras cuatro bancadas el martes y miércoles. Solo uno de los nueve partidos que tendrán representantes en el nuevo Congreso rechazó la invitación a dialogar.
«Lo primero es ver qué piensan los partidos antes de que se instale el Congreso mismo, porque el tiempo apremia, que se aclaren las propuestas (presidenciales) y (saber) en qué están las nuevas bancadas», expresó el analista político Fernando Tuesta a la AFP.
Ningún partido logró más del 10% en los comicios. Los más votados fueron agrupaciones de centroderecha proclives al diálogo y una evangélica fundamentalista, que se vio beneficiada por el desplome del fujimorismo.
En coincidencia con el diálogo, el octogenario expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) y padre de Keiko, quien cumple una condena de 25 años, fue internado este lunes en una clínica limeña tras sufrir una parálisis facial, problemas pulmonares e hipertensión.
– Bajo la lupa –
Vizcarra lanzó su cruzada contra la corrupción en 2018 pocos meses después de asumir el poder en sustitución del presidente Pedro Pablo Kuczynski, forzado a renunciar por el fujimorismo.
La corrupción es uno de los males de Perú y cuatro expresidentes, entre ellos Kuczynski, están salpicados por el escándalo de pagos ilegales a políticos por parte del gigante brasileño de la construcción Odebrecht, lo mismo que Keiko.
La fiscalía también tiene bajo la lupa a Ollanta Humala (2011-2016) y Alejandro Toledo (2001-2006), pero cerró el expediente contra Alan García (1985-1990 y 2006-2011) después de que éste se suicidó en abril de 2019 cuando iba a ser detenido.
Tras recurrentes choques de poderes, Vizcarra disolvió el Congreso el pasado 30 de septiembre y convocó a nuevos comicios legislativos, efectuados el 26 de enero, en los que el fujimorismo recibió un voto castigo y pasó de su mayoría de 73 escaños (de un total de 130) a solo 15.
El único grupo que rechazó la invitación de Vizcarra a dialogar fue el partido nacionalista Unión por el Perú, que lidera Virgilio Acuña (hermano de César Acuña de APP), que tiene entre sus figuras al encarcelado militar Antauro Humala, hermano y adversario de Ollanta.
«No vamos a conversar con el presidente hasta sentarnos en el Congreso y presentar nuestras prioridades, después de eso sí conversaríamos», dijo Virgilio Acuña a la prensa