Santiago (AFP) – La Prueba de Selección Universitaria (PSU), el único mecanismo para ingresar a las universidades chilenas, se rindió este lunes en un ambiente de tensión tras protestas de secundarios que llamaron a «boicotear» el proceso al considerar que es discriminatorio.
La PSU debía haberse hecho en noviembre del año pasado pero fue pospuesta en dos ocasiones debido a las manifestaciones sociales que estallaron en Chile a fines de octubre, y que han dejado 29 muertos.
Cerca de 300.000 estudiantes se inscribieron para realizar el examen en 729 colegios y otras instituciones a lo largo de Chile, pero tras protestas y otras manifestaciones en 64 de ellos debió suspenderse la prueba, que se toma una sola vez en el año.
«De un total de 729 locales de rendición, por diversas razones, durante la jornada del lunes 6 de enero se suspendió la aplicación de la PSU en sólo 64 de ellos», informó el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional de la Universidad de Chile.
La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) llamó a «boicotear» el proceso de selección, que considera la rendición de cuatro pruebas (de lenguaje, matemáticas, ciencias e historia), al estimar que la PSU perpetúa los problemas de segregación de la educación chilena.
Las autoridades informaron que en los locales que sufrieron inconvenientes se suspendió también la jornada vespertina y la del martes y que los estudiantes damnificados tendrán una nueva fecha para hacer el examen.
Por su parte, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, informó que se detuvieron a 81 personas por desórdenes, daños y usurpación no violenta en el marco de las protestas.
En algunos colegios de Santiago, como el República de Siria, en la comuna de Ñuñoa, la prueba se suspendió debido a manifestaciones en el exterior. Situaciones similares ocurrieron en localidades como en Tocopilla (norte), Quellón (Sur) o en el puerto de Valparaíso.
Los manifestantes acusan al PSU de profundizar las desigualdades del sistema educativo chileno. La prueba estandarizada mide habilidades y el conocimiento acumulado en los últimos cuatro años de la secundaria. Para el cálculo del puntaje se consideran también las calificaciones escolares.
Durante años, quienes obtienen los mayores puntajes de la PSU provienen de colegios privados, donde estudia el 8% de los estudiantes chilenos. Son ellos entonces los que logran entrar mayoritariamente a las principales universidades del país, dejando fuera a quienes provienen de colegios públicos.
La desigualdad en el acceso a la educación, la salud, las pensiones y otros beneficios sociales han estado en el centro del estallido social de los últimos meses en Chile.