Santiago (AFP) – La economía chilena cayó por segundo mes consecutivo en noviembre de 2019 (-3,3%), debido a una menor actividad minera y al impacto de la crisis social que atraviesa el país, informó este jueves el Banco Central.
Al entregar el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de noviembre de 2019, que anticipa el posterior cálculo del Producto Interno Bruto (PIB), el Banco Central reportó una caída del 3,3% en comparación con el mismo mes del año anterior.
La caída se suma a la contracción del 3,4% registrada en octubre, el mes en que estalló la crisis en Chile, que ha dejado hasta ahora 29 muertos. Las protestas comenzaron contra el alza de las tarifas del metro en Santiago, pero luego se convirtieron en un masivo reclamo en favor de reformas sociales y en contra del gobierno del derechista Sebastián Piñera.
El registro de noviembre de 2019, que tuvo los mismos días hábiles que el mismo mes de 2018, se situó por debajo de las estimaciones del mercado, donde se había anticipado para ese mes una caída de hasta el 4%.
«Es una caída fuertísima que se repite en noviembre y que debiera atenuarse bastante en el mes de diciembre», dijo el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, al comentar las cifras publicadas este jueves.
Para el último mes del año, Briones anticipó una caída de la actividad en torno al 1%, tras la paulatina normalización de gran parte de las actividades económicas del país. Si se cumplen esas previsiones, la economía chilena habrá crecido un 1% en 2019, lejos de la estimación cercana al 3,5% con la que el gobierno inició el año.
– Caída en la minería, comercio y servicios –
La actividad minera es una de las más importantes de Chile, al ser el principal productor mundial de cobre, con cerca de un tercio de la producción global, equivalente a unas 5,6 millones de toneladas anuales.
Durante noviembre, el llamado Imacec minero cayó un 5,1% pero, según las autoridades, el mal desempeño de la minería «no obedece a las razones principales de esta crisis», sino que está relacionado con retrasos y problemas en distintas faenas extractivas no atribuibles al contexto social.
La minería del cobre vivió un 2019 complicado tras la brusca caída en el precio internacional del metal, arrastrado por las estimaciones de un débil desempeño de la economía china -la principal compradora mundial de cobre- debido a la guerra tarifaria que libró con Estados Unidos.
Pero el conflicto entre Washington y Pekín comienza a resolverse y, con ello, empieza a aumentar el precio internacional del metal.
«Si sumamos el optimismo existente por las negociaciones en curso entre los gobiernos de Donald Trump y Xi Jinping, es probable que el precio del metal supere los tres dólares por libra en 2020», estimó el experto en Minería de la Universidad Católica, Gustavo Lagos.
Cada 10 centavos por libra que aumenta el precio del cobre en los niveles actuales supone unos 600 millones de dólares adicionales para las arcas fiscales en un año calendario, agregó Lagos.
Pero la crisis social que comenzó el 18 de octubre impactó en el llamado Imacec no minero que cayó en noviembre 3,1%, «afectado por el desempeño de las actividades de servicios y comercio».
En los servicios destacaron las caídas de educación, transporte y restaurantes y hoteles, fuertemente afectados por las multitudinarias protestas sociales, ataques y saqueos al comercio.
El resultado mensual fue compensado parcialmente por el aumento de la actividad de construcción y la industria manufacturera.
La cifra global «daría cuenta de un proceso de normalización muy débil luego de la semiparalización productiva de fines de octubre», dijo un reporte del Scotiabank.
El Banco Central recortó la estimación del crecimiento para este año al 1%, desde un cálculo anterior de entre 2,25 y 2,75%, mientras que para 2020 ajustó la proyección a un rango de entre 0,5 y 1,5%.
El gobierno, en tanto, estimó para 2020 un crecimiento del PIB en un rango de 1-1,5%.