Managua (AFP) – El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, advirtió este jueves sobre las consecuencias que puede tener la pérdida de credibilidad de la vía electoral tras los sucesos en Bolivia que obligaron a Evo Morales a renunciar.
«Hemos apostado a la vía electoral, pero lo de Bolivia es una prueba de fuego para que se pueda sostener la mínima confianza en la vía electoral, de lo contrario los pueblos se sentirán con todo el derecho de tomar las armas para buscar el poder por la vía revolucionaria», dijo Ortega.
Ortega habló en la clausura de la reunión extraordinaria del Consejo Político de la Alianza Bolivariana (Alba) que sesionó en Managua con motivo de lo que consideran un golpe de Estado en Bolivia, contra el presidente Evo Morales.
Al encuentro asistieron el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, la vicecanciller de Cuba, Ana González, el depuesto canciller boliviano Diego Pari y el anfitrión Denis Moncada.
Morales renunció a la presidencia el domingo, luego de tres semanas de protestas y un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre irregularidades en los comicios del 20 de octubre, en los que fue reelegido y la perdida de apoyo del Ejército y la Policía.
«Que lo piensen bien, están jugando con fuego. Lo que esta pasando en Bolivia es algo increíblemente tenebroso» dijo Ortega y responsabilizó a la OEA de «una jugarreta» contra el país andino.
Ortega consideró que Morales quien fue elegido en el 2006 había transitado por la ruta electoral pero que fue víctima de «una trampa bien montada» y se «desencadenó el golpe» que lo quitó del poder.
«Eso no es nada improvisado, eso no tiene nada que ver de que el pueblo salió en forma espontánea; todo eso estaba planeado, organizado, dirigido, ¿por quiénes? los que están siempre dirigiendo allá en los Estados Unidos», añadió.
Los países miembros del ALBA en su declaración apoyaron el regreso a Bolivia de Morales para devolver la estabilidad y la paz a ese país.