Santiago (AFP) – Las denuncias de abusos a los derechos humanos por parte de agentes del Estado aumentan en Chile a medida que persisten las manifestaciones sociales que dejan hasta ahora 20 muertos, con acusaciones que afectan sobre todo la actuación de la Policía.
Durante el estado de emergencia, que sacó los militares a las calles de Chile por primera vez desde el retorno a la democracia en 1990, varias organizaciones sociales han denunciado torturas, violencia sexual y golpizas, y un centenar de casos de trauma ocular severo por perdigones.
Desde el lunes se espera en Chile una misión de las Naciones Unidas y otra de Amnistía Internacional, para verificar la actuación de las fuerzas del orden durante este periodo de excepción en medio del peor estallido social en décadas, que termina la medianoche del domingo.
«Me sacaron el lóbulo ocular y me sacaron el balín» que quedó alojado detrás del ojo, relató a la AFP Emerson Yarcan, de 30 años, con un parche en el ojo izquierdo y en una silla de ruedas a la salida de la Posta Central de Santiago, hasta donde llegó herido por disparos de las fuerzas especiales de policía.
La herida lo obligará a usar una prótesis el resto de su vida, dijo.
El ataque ocurrió el viernes en las cercanías de la plaza Italia, epicentro de la histórica marcha del viernes que reunió más de un millón de personas.
Cuando ya anochecía y la gente empezaba a retirarse, la policía comenzó a lanzar gas lacrimógeno. «Esperan que salga el humo y ahí se ponen a disparar para que uno no los pueda reconocer, pero lamentablemente el que me disparó a mí, yo vi que me disparó directamente a la cara», relató Emerson.
-Policía en la mira –
Las denuncias apuntan en especial a Carabineros de Chile, la policía militarizada, encargada de la dispersión de los manifestantes en las marchas, mientras que los militares se han abocado a labores de contención, al menos en Santiago.
«En estos momentos, la gran mayoría de los casos de violaciones a los derechos humanos que han ocurrido, son casos que tiene involucrado a Carabineros Chile», dice Rodrigo Bustos, jefe jurídico del autónomo Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH estatal), que realiza un conteo de los casos de heridos en base a la observación directa en hospitales y comisarías.
«No son hechos aislados», agregó el jurista.
Cinco de los 20 muertos durante las masivas protestas sociales – iniciadas el viernes 18- fueron provocadas por agentes del Estado, según reportes coincidentes del Ministerio del Interior, la Fiscalía y el INDH.
No obstante, en cuatro de los cinco muertos reportados por agentes del Estado han estado implicados personal del Ejército. Uno de los manifestantes murió debido a una golpiza policial.
Otras dos víctimas murieron en un atropello en medio de una protesta, mientras que el resto falleció calcinados o heridos por saqueos, incendios e incidentes generados en medio del estallido social y en circunstancias que todavía se investigan.
El reporte más reciente del INDH estableció, además, 3.193 detenidos y 1.092 heridos. De ellos, 596 resultaron heridos producto del uso de armas de fuego, principalmente balas, balines y perdigones.
El INDH dijo este domingo que ha presentado hasta ahora 88 acciones judiciales; cinco de ellas por homicidios y 17 por torturas y violencia sexual.
– Violencia -sexual-
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció, además, dos casos de «abusos y torturas homofóbicas» en dos comisarías en las afueras de Santiago.
Uno de los casos afectó a Josué Maureira; un estudiante homosexual de medicina.
Según el abogado del INDH, Pablo Rivera, el joven «fue sometido a graves vejámenes constitutivos de tortura. Lo más grave son las vejaciones de índole sexual, lo obligaron a desnudarse, sin ropa interior; y estando esposado y golpeado, entendemos que fue objeto de abuso sexual por parte de Carabineros con el bastón de servicio».
Un segundo caso afecta a un joven de 21 años, quien «suma cinco días preso en Santiago», indicó al Movilh.
El medio electrónico The Clinic publicó varios relatos de violencia sexual hacia mujeres detenidas, quienes denuncian haber sido obligadas a desnudarse en los calabozos.
En medio de estas denuncias, se espera para el lunes el arribo a Chile de una misión de la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas, que lidera la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet.
Amnistía Internacional anunció también para los próximos días una misión que «recabará testimonios y accederá a documentos para corroborar las denuncias de violaciones a derechos humanos y posibles crímenes de derecho internacional, con el fin de acompañar a las víctimas», dijo en un comunicado Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.