Montevideo (AFP) – En medio de un número récord de homicidios en Uruguay en 2018 (382, +35%), los uruguayos que votarán el domingo en las elecciones presidenciales también deberán pronunciarse sobre una reforma constitucional que busca endurecer las medidas de seguridad para combatir la violencia.
La iniciativa bajo el título «Vivir sin miedo», que luego de conseguir las firmas suficientes será sometida a las urnas en las elecciones nacionales, propone entre otras medidas la creación de una guardia nacional con efectivos militares.
El proyecto proviene del senador Jorge Larrañaga, del centroderechista Partido Nacional, fuerza política que aparece segunda en las encuestas de intención de voto.
Ninguno de los candidatos presidenciales respalda la idea. El oficialista Frente Amplio (izquierda) y el nóvel partido Cabildo Abierto (derecha) se oponen. Una campaña bajo el eslogan «La reforma no es la forma» ha combatido el proyecto con mensajes en redes sociales y una multitudinaria marcha en Montevideo el martes.
Las encuestas arrojan datos muy dispares sobre el apoyo que concita la idea (entre 40% y 60%). Estos son sus puntos principales:
– Guardia Nacional con efectivos militares –
La iniciativa crearía una guardia nacional militarizada, un nuevo cuerpo de seguridad que no existe en el país integrado por 2.000 efectivos militares que cumplirían tareas policiales.
Actualmente los militares cumplen tareas policiales en algunas reparticiones específicas como la guardia costera o la policía aeroportuaria, y también en los perímetros de cárceles.
La policía uruguaya tiene unos 30.000 efectivos.
– Cumplimiento efectivo de penas –
Los promotores de la reforma aseguran que de 6.000 presos liberados al año 4.000 reinciden, alimentando un «fenómeno de puerta giratoria» que facilita el ingreso y salida de delincuentes del sistema de justicia. «Si las penas no se cumplen hay impunidad», alegan.
El proyecto propone endurecer las penas de cárcel para delitos graves como el homicidio y la violación y eliminar la posibilidad de una salida anticipada de prisión.
– Allanamientos nocturnos –
Apunta a permitir allanamientos a casas utilizadas como resguardo para la venta de drogas.
Los «delincuentes sacan provecho de la especial protección que actualmente brinda la Constitución al hogar, para evitar de ese modo la acción policial», argumentan los impulsores de la iniciativa, que proponen que por orden del juez la policía pueda ingresar a hogares en horas de la noche cuando haya sospechas de ilícitos en el lugar.
– Cadena perpetua revisable-
La reforma propone crear la «reclusión permanente revisable».
En Uruguay no existe actualmente la cadena perpetua.
«Existen delitos de una aberración tal que ameritan una severa respuesta de la sociedad. Quienes los cometen son difícilmente recuperables, por lo que la sociedad debe protegerse de estos individuos. Esta pena se aplicaría a los que violan o abusan y matan a un menor de edad, al sicariato y a los homicidas múltiples», plantea.
El proyecto prevé que luego de 30 años de reclusión para este tipo de delincuentes, se revise su condena y se determine si pueden recuperar la libertad.