Moscú (AFP) – El presidente venezolano, Nicolás Maduro, se reunirá el miércoles con su par ruso, Vladimir Putin, buscando reforzar alianzas para encarar la severa crisis económica que sufre su país y la creciente presión internacional contra su gobierno.
Los dos líderes «discutirán asuntos regionales y, sobre todo latinoamericanos y la interferencia directa de terceros países», en éstos, anunció el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El funcionario precisó que en su visita de trabajo, Maduro sostendrá una «reunión individual» con Putin, «que será seguida de conversaciones ruso-venezolanas».
Al salir de su país, el lunes de noche, el presidente venezolano había anunciado que también se reunirá con directivos de «importantes grupos empresariales de Rusia».
Venezuela, que tiene las mayores reservas petroleras del mundo, enfrenta su peor crisis económica en la historia reciente, que ha llevado a 3,6 millones de personas a abandonar su país desde 2016, según datos de la ONU.
Pero, el país sudamericano también está enfrascado en un conflicto político, que se atizó en enero pasado cuando el opositor Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino y fue reconocido por más de 50 países.
Maduro, reelegido en 2008 en unas elecciones consideradas ilegítimas por la oposición y parte de la comunidad internacional, busca respaldo político de sus aliados, denunciando «la interferencia» en Venezuela de «terceros países», encabezados por Estados Unidos.
Un puñado de países, liderados por Rusia, China y Cuba, continúan respaldando a a Maduro, en el poder desde 2003.
– Creciente presión internacional –
Washington impuso a Venezuela sanciones económicas que incluyen un embargo petrolero, para presionar la salida del poder de Maduro y apoyar a Guaidó.
Estados Unidos ha insistido en varias ocasiones a Rusia que retire su apoyo al líder venezolano, pero Moscú rechaza esta exigencia y acusa a Washington de querer impulsar un golpe de Estado contrario al derecho internacional.
La visita de Maduro a Moscú coincide con un aumento de la presión internacional.
Este lunes, los países que conforman el pacto de defensa interamericano TIAR decidieron activar el tratado para actuar de forma colectiva con el fin de sancionar a altos funcionarios del gobierno venezolano.
Esta iniciativa, promovida por Estados Unidos, fue aprobada por 16 votos a favor, de un total de 19 países que componen el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), también conocido como el Tratado de Rio, con el voto en contra de Uruguay, la abstención de Trinidad y Tobago y la ausencia de Cuba.
Bajo el TIAR, heredado de la Guerra Fría, los gobiernos pueden tomar medidas que van desde la ruptura de las relaciones diplomáticas hasta el empleo de la fuerza.
El miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá con líderes de los países de la región para abordar la crisis en Venezuela, en el marco de la Asamblea General de la ONU.
Venezuela y Rusia tienen una larga historia de lazos y el predecesor de Maduro, Hugo Chávez, conocido por sus apasionados discursos contra Estados Unidos, fue siempre bienvenido en el Kremlin.
Rusia es el segundo mayor prestamista de Caracas después de China: Moscú invierte sumas importantes en los recursos petroleros de Venezuela y Caracas adquiere armas rusas por valor de miles de millones de dólares.
La anterior visita a Rusia de Maduro fue en diciembre pasado, cuando también fue recibido por Putin.