Washington (AFP) – Estados Unidos pidió este jueves a dos diplomáticos cubanos acreditados ante la ONU que abandonen el país de forma «inminente» tras acusarlos de «actividades perjudiciales para los intereses nacionales»; una decisión que La Habana calificó de «injustificada».
«El Departamento de Estado notificó hoy al Ministerio Cubano de Relaciones Exteriores que Estados Unidos exige la salida inminente de dos miembros de la Misión Permanente de Cuba ante la ONU por abusar de los privilegios de su residencia», dijo en un comunicado la diplomacia estadounidense.
La portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, dijo en un tuit, que después fue borrado, que los diplomáticos participaron en «actividades perjudiciales para los intereses nacionales de Estados Unidos».
El Departamento de Estado también pidió al resto de los diplomáticos de la misión cubana que permanecieran en la isla de Manhattan, en Nueva York, donde está la sede de la ONU.
La misión permanente de Cuba ante la ONU está compuesta por 16 funcionarios.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, rechazó la decisión, la que calificó como «injustificada» y señaló que «la imputación de que realizaron actos incompatibles con status diplomático» es una calumnia.
Por su parte la ONU dijo que tomó nota de la situación.
«Estamos siguiendo de cerca este tema y nos dirigiremos de forma apropiada a los gobiernos concernidos», precisó Stephane Dujarric, el portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Estados Unidos y Cuba tuvieron un histórico acercamiento entre 2014 y 2016, cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas -rotas tras el triunfo de la revolución en 1959- durante el gobierno del presidente estadounidense Barack Obama.
Pero con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump en 2017, los lazos volvieron a congelarse.
«Vamos a seguir investigando a cualquier otro funcionario que haya estado manipulando los privilegios de su residencia», dijo en un comunicado el Departamento de Estado.
En el centro del deterioro de las relaciones figura el apoyo de Cuba al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, que Estados Unidos busca atajar con una batería de sanciones que han perjudicado a la economía de la isla.
Entre las sanciones estadounidenses impuestas este año a Cuba figuran la prohibición de los viajes de crucero, la limitación de las remesas familiares y la activación del título III de la ley Helm-Burton, que permite demandar en tribunales estadounidenses a empresas extranjeras que administren bienes que fueron nacionalizados por la revolución cubana.
– «Endurecer el bloqueo» –
Para el canciller cubano la decisión de Estados Unidos tiene como objetivo «provocar una escalada diplomática que lleve al cierre de Embajadas bilaterales, endurecer aún más el bloqueo y crear tensiones entre ambos países».
Como la sede de la ONU está en Nueva York, Estados Unidos tiene la obligación de otorgar visas a los Estados miembro para permitir que sus delegados asistan a las reuniones o que representen a sus países de forma permanente.
Pero en algunas ocasiones las autoridades estadounidenses utilizan un margen de maniobra para restringir el movimiento de funcionarios de países que tienen pugnas con Washington como Corea del Norte, Venezuela e Irán.
En julio Estados Unidos dio al jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Javad Zarif, una visa de entrada para participar en una reunión de la ONU que limitaba su circulación a un perímetro en torno a la sede del organismo internacional, en el este de Manhattan.
«Nosotros tomamos muy en serio todos y cada uno de los intentos contra la seguridad nacional de Estados Unidos», dijo Ortagus.
Este anuncio se produce en momentos en que la ONU celebra su 74º Asamblea General en Nueva York.