Caracas (AFP) – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó al gobierno de Colombia de usar la removilización de disidentes de las FARC en una «maniobra» para «empezar un conflicto militar» entre ambos países y declaró una «alerta» en la frontera binacional de 2.200 km.
Desde que asumió el poder tras la muerte del líder socialista Hugo Chávez en 2013, el mandatario venezolano hace frecuentes denuncias sobre planes de Estados Unidos y sus aliados regionales, entre ellos Colombia, para derrocarlo, asesinarlo o desencadenar hechos de violencia en la zona fronteriza. Su par colombiano, Iván Duque, le califica por su parte de «dictador».
El gobierno de Duque «no solo ha metido a Colombia en una guerra que recrudece, sino que ahora pretende un falso positivo (un montaje) para agredir a Venezuela y empezar un conflicto militar», dijo este martes Maduro, culpando a Bogotá de «una maniobra» para «escalar» acusaciones falsas y aumentar tensiones.
«He ordenado al Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada», el almirante Remigio Ceballos, «y a todas las unidades militares de la frontera declarar una alerta naranja frente a la amenaza de agresión», agregó durante un acto ante oficiales.
Duque había acusado a Maduro de dar albergue al grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que, liderado por Iván Márquez, exnúmero dos del movimiento guerrillero, anunció su rearme en un video divulgado el pasado jueves tras apartarse de los acuerdos de paz suscritos en 2016.
«Quiere acusar a Venezuela de ser causante de una guerra de 70 años en Colombia (…) ¡Esa guerra es de Colombia y lamentablemente está recrudeciendo a pesar de los acuerdos de paz!», respondió el gobernante venezolano.
Maduro, quien no precisó qué implica una «alerta naranja», convocó además a ejercicios militares en la frontera del 10 al 28 de septiembre.
Ya en mayo de este año había ordenado a la Fuerza Armada ponerse en «máxima alerta» ante una posible «escalada militar», después de que Colombia acusara a Venezuela de ser refugio de un millar de combatientes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
– Guaidó promete cooperación –
El líder opositor Juan Guaidó, jefe del Parlamento reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, prometió más temprano colaborar con Colombia para ubicar a «grupos irregulares» en Venezuela.
«Vamos a colaborar» con la «detección de estos grupos», declaró a periodistas Guaidó, quien se autoproclamó presidente encargado luego de que la mayoría opositora del Legislativo declarara «usurpador» a Maduro, acusándolo de haber obtenido su reelección en votaciones fraudulentas.
El Congreso, según Guaidó, autorizará el uso de tecnología satelital para ubicar «campamentos» y sitios de «despegue de aeronaves para el tráfico ilícito de drogas».
No está claro, sin embargo, cómo podría implementarse ese apoyo, pues el jefe legislativo carece de control sobre el aparato militar, cuya cúpula se declara leal a Maduro.
– Cruce de acusaciones –
Washington, que mantiene un duro paquete de sanciones contra el gobierno de Maduro, respaldó a Colombia.
Elliott Abrams, representante especial de Estados Unidos para la crisis de Venezuela, aseguró el jueves pasado que disidentes de las FARC y miembros del ELN contaban con «ayuda» y «cooperación» del chavismo.
Pero Venezuela, ya insistió el sábado en denunciar presuntos complots dirigidos desde Colombia.
Ese día, el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, aseveró que las autoridades habían frustrado atentados con explosivos contra instalaciones públicas en Caracas y vinculó su denuncia con Duque. Tres personas han sido detenidas.
La especialista en asuntos militares Rocío San Miguel comentó a la AFP que Maduro «debe explicar» el alcance de la alerta emitida.
San Miguel considera que la «principal amenaza de seguridad» para Venezuela es la presencia de «guerrilla y crimen organizado» con «epicentro de actuación» en su territorio.