Brasilia (AFP) – El presidente Jair Bolsonaro, que pasará por una nueva cirugía el domingo próximo, anunció este lunes que comparecerá ante la Asamblea General de la ONU para defender la posición de Brasil sobre la Amazonía «aunque sea en silla de ruedas».
«Voy a comparecer ante la ONU aunque sea en silla de ruedas, en camilla. Voy a comparecer porque quiero hablar sobre la Amazonía», dijo Bolsonaro a periodistas frente a su residencia oficial en Brasilia.
Brasil tradicionalmente realiza el primer discurso de la Asamblea General, previsto para el 24 de septiembre.
Bolsonaro pasará el domingo por una cuarta cirugía, resultante de la puñalada en el abdomen que recibió el 6 de septiembre de 2018 en un acto electoral. Los médicos estiman un reposo de diez días.
Los incendios en la Amazonía han provocado una crisis ambiental y diplomática, y se siguen esparciendo.
Desde enero hasta el domingo por la tarde, los satélites del INPE (un organismo oficial) contabilizaron 91.891 focos, 1.390 más que la víspera, un récord desde 2010 para ese periodo. Un 52% del total se registró en la región amazónica.
Las cifras del INPE muestran que tan sólo en agosto la Amazonía concentró un tercio (30.901) de todo el fuego registrado en Brasil en lo que va de año.
Brasil supeditó el recibimiento de una ayuda de 20 millones de dólares ofrecida por los países del G7 para luchar contra el fuego a que el presidente francés, Emmanuel Macron, se retracte de pronunciamientos en los que evocó una posible internacionalización de la Amazonía brasileña, una región esencial para el equilibrio climático del planeta.
«No aceptaré limosnas de ningún país del mundo con el pretexto de preservar a la Amazonía», declaró Bolsonaro, que propugna la explotación minera en reservas indígenas y áreas protegidas y cuestiona la acción de oenegés y el interés de países europeos en la preservación de la selva como injerencias que amenazan la soberanía de Brasil.
La Amazonía «esta siendo vendida en lotes y no voy a dejar pasar esa oportunidad» en la ONU, agregó.
El gobierno, que atribuye los incendios principalmente a la estación seca, prohibió la semana pasada las quemas en todo el país, aunque luego redujo el área de la veda a los nueve estados con floresta tropical.
Un estudio del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM, un ‘think-tank’ científico de cuestiones ambientales), señaló por su lado que «la incidencia del fuego en la región amazónica está directamente relacionada a la acción humana y las llamas acostumbran a seguir el rastro de la deforestación.
– Presión en Nueva York –
Previo a la sesión de debates de la Asamblea General, la ONU realizará a partir del 21 de septiembre una cumbre del clima, que se iniciará con una reunión de jóvenes en la que participará la joven activista sueca Greta Thunberg.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, planteó la semana pasada la posibilidad de organizar una reunión específica sobre la situación en Amazonía, «donde la situación es evidentemente muy grave», debido a los incendios, pero esa iniciativa no ha dado señales de prosperar hasta el momento.
La cancillería brasileña indicó que no había tenido ningún contacto con Guterres sobre el tema y agregó, en un comunicado enviado a la AFP el jueves pasado, que «sería importante que las autoridades extranjeras conociesen mejor la política ambiental brasileña y se informasen en particular sobre la situación en la Amazonía y sobre las medidas adoptadas para combatir los incendios, antes de proponer nuevas iniciativas».