Coatzacoalcos (México) (AFP) – Hombres armados atacaron el martes un bar de la ciudad de Coatzacoalcos, este de México, y provocaron un incendio que dejó al menos 25 muertos y 11 heridos de gravedad, un hecho que estaría relacionado con disputas entre grupos del crimen organizado, informaron este miércoles las autoridades.
El presidente Andrés Manuel López Obrador condenó el ataque «inhumano» y agregó que las autoridades federales lo investigarían como el producto de posible contubernio entre la fiscalía del estado de Veracruz, que abarca a Coatzacoalcos, y el crimen organizado.
Los agresores irrumpieron en el bar «Caballo Blanco» y abrieron fuego contra los asistentes para después provocar un incendio, lanzando bombas molotov, según algunos testigos. Otros dicen que rociaron gasolina para luego prender fuego.
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, dijo en Twitter que los indicios sobre este «deplorable crimen» señalan que uno de los autores materiales de la masacre ya había sido detenido en julio pasado, y liberado 48 horas después por la fiscalía local.
López Obrador confirmó la información de que algunos posibles responsables habían sido detenidos y dejados en libertad previamente, y dijo que su gobierno investigaría «a fondo» tanto el ataque como el presunto enlace entre la fiscalía estatal y grupos criminales.
«Este contubernio, esta asociación delictuosa entre criminales y autoridades, en el caso de que así se demuestre, es corrupción, y es lo que tenemos que ir combatiendo», apuntó el presidente, que fue electo el año pasado con un virulento discurso anticorrupción.
La fiscalía federal y el gobierno de Veracruz informaron que realizan acciones de seguridad en Coatzacoalcos, una ciudad costera frente al mar Caribe, para ubicar a los responsables de la masacre.
– El último baile –
La noche del martes prometía ser una velada desenfrenada para los asistentes del modesto bar «Caballo Blanco» al ritmo de regguetón y bailes sensuales encabezados por mujeres en poca ropa. Pero la fiesta terminó en tragedia.
Una joven subió al estrado y entregó su último baile a los clientes del lugar. Minutos después su cuerpo desnudo yacía a un costado de la pista de dos tubos.
Sobrevivientes aseguraron a la AFP que unos ochos sujetos armados irrumpieron en el lugar lanzando disparos, y luego rociaron el sitio con gasolina para posteriormente prender fuego.
Frente al lugar se agolpaban familiares de las víctimas a la espera de noticias sobre sus seres queridos, rodeados de soldados, policías y paramédicos.
«Lo que quiero saber es si está bien», dijo a la AFP la madre de un trabajador de limpieza de los baños del comercio, tras recorrer hospitales en busca de su hijo.
«¿Ha visto a mi hija?, era bailarina», dijo otra.
Veracruz es una de las zonas más violentas del país por su ubicación geográfica en el Golfo de México, una de las rutas más usadas de los narcotraficantes para el trasiego de drogas a Estados Unidos y escenario de extorsiones y secuestros de migrantes.
– Corrupción, asesinatos –
México ha sido golpeado por una ola de violencia desde que declaró la guerra contra las drogas y desplegó al ejército para luchar contra sus poderosos carteles en 2006. Desde entonces, más de 250.000 personas han sido asesinadas, incluido un récord de 33.753 el año pasado.
La situación en Veracruz ha sido particularmente sombría. El exgobernador Javier Duarte (2010-2016) está en prisión y es acusado de presidir una ola de corrupción y abusos contra los derechos humanos.
Dos exjefes de la policía estatal y una serie de exfuncionarios han sido acusados de dirigir escuadrones de ataque que secuestraron y presuntamente mataron a personas no deseadas durante su administración.