Sao Paulo (AFP) – El físico Ricardo Galvao, destituido de la dirección del organismo que mide la deforestación en Brasil tras ser cuestionado por el presidente Jair Bolsonaro, llamó el viernes a los científicos a «no permanecer callados» en un clima político y social hostil.
«¡Los científicos no pueden permanecer callados! Tenemos que manifestarnos con fuerza. ¡No podemos bajar la guardia!», declaró Galvao, de 71 años, en un evento en la universidad de Sao Paulo (USP) en el cual fue ovacionado por centenares de estudiantes y colegas.
Galvao fue acusado en julio por Bolsonaro de mentir o de dañar la imagen de Brasil por la divulgación de datos que mostraron un avance preocupante de la deforestación en la selva amazónica.
El científico defendió sus datos y se negó a renunciar, pero el mandatario lo destituyó a inicios de agosto de la dirección del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Según Galvao, en la sociedad moderna hay «un descreimiento muy grande en la ciencia» y no solo por intereses políticos o profesiones de fe religiosas. «Las ciencias son generalmente una tarea dura» y actualmente «hay una búsqueda muy grande de lo inmediato, una preocupación por resultados rápidos», afirmó.
«Las autoridades siempre se incomodarán cuando los datos dicen aquello que no les gusta oír», explicó este físico e ingeniero.
Según el INPE, la deforestación en la región amazónica se mantuvo hasta abril en los niveles de los últimos años, pero hace tres meses se disparó: 738,4 km2 en mayo (+34%), 931,7 km2 en junio (+90,7%) y 2.254,8 km2 en julio (+277,9%).
El gobierno atribuyó la publicación de esos datos a «interpretaciones sensacionalistas».
Al ser interrogado sobre las razones de la denegación de Bolsonaro sobre la deforestación, Galvao respondió: «Hay varias razones y una es la propia actitud del presidente. Tiene esa actitud tosca, no le gusta ser importunado, no le gusta que le contesten».
En su mensaje, Galvao quiso inmunizar a los jóvenes de la tentación de buscar «héroes» o «mitos » («Mito» es el apodo de Bolsonaro entre sus seguidores).
«Cuando llegué, algunos jóvenes querían sacarse fotos conmigo, diciendo que querían ‘fotografiarse con el héroe’. Lo primero que les pido, es que no usen la palabra ‘héroe’ o ‘mito’. No hay salvador de la patria», sostuvo.
«Nuestro país solo progresará y será realmente independiente cuando la innovación esté accionada por la ciencia», agregó.
– Sistema brasileño vs observación de EEUU –
El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, anunció recientemente la búsqueda de sistemas de observación satelital que serían más ajustados que los del INPE, de concepción brasileña. Un sistema de la empresa estadounidense Planet ya está a prueba en el estado de Mato Grosso.
Galvao defiende las observaciones del INPE. «Nuestro margen de certidumbre es de 95%», en tanto que el sistema Planet tiene «un margen de error de 20%», sostuvo.
Contó que después de un reciente debate en Globo News, le pidió a Salles que le muestre los resultados de las observaciones de Planet, pero que éste se lo negó, argumentando que «fue un trabajo hecho gratuitamente» por la firma.
– Recortes de ayudas –
Desde que llegó al poder en enero, Bolsonaro, un escéptico del cambio climático, se esforzó en desactivar organismos de control de la deforestación y proclamó su intención de abrir reservas indígenas o áreas protegidas de la Amazonía a actividades como la minería.
Esas postura le valió críticas dentro y fuera de Brasil y generó incluso temores del sector agropecuario ante eventuales trabas de países europeos a exportaciones brasileñas sospechosas de proceder de zonas desmatadas.
Noruega anunció el jueves el bloqueo de 133 millones de reales (33 millones de dólares) para programas del Fondo Amazonia, para el cual el país escandinavo aportó más del 90% de los 3.400 millones de reales (unos 850 millones de dólares) que esa estructura recibió desde 2008.
Alemania había bloqueado el sábado 35 millones de euros (39,60 millones de dólares) de otros programas hasta que las cifras de la deforestación vuelvan a ser alentadoras.
Bolsonaro respondió de manera provocadora a esas iniciativas.
«¿Noruega no es aquel que mata ballenas ahí arriba, en el Polo Norte? ¿Que explota petróleo también ahí? No es ningún ejemplo para nosotros. Que se queden con ese dinero y ayuden a (la canciller) Ángela Merkel a reforestar Alemania», afirmó el mandatario en Brasilia.
Galvao se mostró menos indiferente.
Los recortes de fondos «en lo inmediato no tendrán impacto (…), pero si esos países dejaran de aportar fondos para los proyectos más avanzados, eso tendría un impacto sobre los trabajos de [control de] la deforestación en la Amazonía, alertó.