Washington (AFP) – El presidente Donald Trump designó este miércoles a Brasil como aliado preferencial de Estados Unidos fuera de la OTAN, lo que facilita el acceso del país sudamericano a armamento estadounidense.
«Designo a la República Federativa de Brasil como aliado preferencial de Estados Unidos fuera de la OTAN», señaló el mandatario en una nota oficial.
Ese estatus, del que gozan otros 17 países, entre ellos Argentina desde 1998, facilita el acceso a armamento estadounidense y otras ventajas.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene 29 miembros, ninguno de América Latina y ninguno ubicado en el Atlántico Sur.
Sus integrantes pueden, «por acuerdo unánime, invitar a ingresar a cualquier Estado europeo», de acuerdo con el artículo 10 del tratado, por lo que países de otros continentes quedan excluidos.
No obstante, Colombia es desde el año pasado el único socio global de la OTAN en Latinoamérica.
Los «socios globales», aquellos países que no podían formar parte de otras estructuras de cooperación en la Alianza Atlántica, pueden contribuir a las operaciones y misiones de la OTAN en base a un programa individual.
– «Gran relación» –
Trump había planteado la idea de otorgar a Brasil el estatus de aliado preferencial de Estados Unidos fuera de la OTAN durante la visita del presidente brasileño Jair Bolsonaro a la Casa Blanca en marzo pasado.
Luego, en mayo, notificó al Congreso su intención de hacerlo «en reconocimiento» a los «recientes compromisos» del gobierno de Bolsonaro «para aumentar la cooperación en defensa con Estados Unidos y en reconocimiento de nuestros propios intereses en profundizar nuestra coordinación en defensa» con el país sudamericano.
Bolsonaro es favorable, pese a fuertes resistencias en su país, a permitir a Estados Unidos utilizar por un precio, la base de la Fuerza Aérea Brasileña de Alcántara, en el estado de Maranhao, próxima a la línea del Ecuador, lo que permite poner satélites en órbita con mayor rapidez y a menor costo.
Trump y Bolsonaro han mostrado gran afinidad y la relación entre sus países reverdeció con la llegada al poder del excapitán de ultraderecha en enero, a quien muchos se refieren como el «Trump del trópico».
Sin ir más lejos, el martes Trump dijo que quería negociar un acuerdo de libre comercio con Brasil, al que calificó de «gran socio comercial».
Asimismo, consideró «excepcional» la idea de que el mandatario brasileño nombre a su hijo, el abogado y diputado Eduardo Bolsonaro, como embajador en Estados Unidos, algo que diplomáticos y políticos rechazan en Brasil al valorarlo como una muestra de nepotismo.
«Tengo una gran relación con Brasil. Tengo una relación fantástica con su presidente. Es un gran caballero. Creo que está haciendo un gran trabajo», dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca el martes.
Bolsonaro tampoco ha ahorrado elogios para el mandatario estadounidense.
«Soy un gran admirador suyo desde hace tiempo, incluso antes de su elección. Apoyo a Trump, apoyo a Estados Unidos, apoyo su reelección», dijo el brasileño a fines de junio durante una reunión entre ambos al margen de la cumbre del G-20 en Osaka, Japón.