México (AFP) – El líder izquierdista francés Jean-Luc Mélenchon visitó la ciudad mexicana de Tijuana (noroeste), vecina con Estados Unidos, donde calificó la valla fronteriza entre ambos países erigida por Washington como «el símbolo de la violencia del imperio».
Mélenchon ha realizado distintas actividades desde la noche del lunes y este martes, entre ellas reunirse militantes del oficialista partido Morena (izquierda) y funcionarios electos, ante quienes recordó que antaño sólo existía el muro de Berlín en Alemania, donde los «seres humanos se jugaban» la vida para obtener «la libertad».
En declaraciones a la AFP, el izquierdista manifestó su apoyo a la política del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de promover el desarrollo de Centroamérica para que el emigrar sea una decisión y no un acto de supervivencia.
«No migran por placer o para hacer turismo social (…) Me siento totalmente de acuerdo con López Obrador, diciendo que ese es el primer punto, que la gente sea capaz de quedarse en su país», dijo.
Mélenchon, líder de Francia Insumisa y candidato en las últimas presidenciales francesas, calificó de «bárbaro» y «estúpido» construir una barda que divida naciones, sobre todo cuando los gobiernos piensan «que la gente no va a pasar».
«Van a pasar, sea muriendo o sufriendo. Pero pasarán», dijo al subrayar que a los migrantes se les debe integrar a la sociedad, darles un trato humano y fraternal, y nunca asustar a una comunidad por su llegada.
El izquierdista francés decidió visitar Tijuana, convertido en uno de los epicentros de la problemática migratoria que se ha recrudecido en los últimos meses, con oleadas de indocumentados, en su mayoría centroamericanos, que han cruzado México con la esperanza de llegar a Estados Unidos escapando de la pobreza y la violencia en su país.
Esta crisis migratoria ha tensado las relaciones de México con Estados Unidos, que exige detener esta oleada de migrantes.
Luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara con gravar importaciones mexicanas, el 7 de junio ambos países alcanzaron un acuerdo por el que México se comprometió a controlar este flujo de migrantes.
Miles de guardias nacionales y militares han sido desplegados en las fronteras sur y norte de México, con lo que, según la cancillería, la migración ha disminuido 30%.
En una primera evaluación entre ambas partes, Estados Unidos reconoció que el flujo de migrantes indocumentados ha disminuido pero que aún falta por hacer. En 45 días se realizará otra valoración.