Washington (AFP) – La Casa Blanca dio un paso este lunes para rechazar el asilo a los extranjeros que entren a Estados Unidos por la frontera sur a través de México, en un nuevo intento por frenar el flujo de migrantes que llega al país.
La nueva normativa «utiliza la autoridad delegada por el Congreso en (…) la Ley de Migración para mejorar la integridad del proceso de asilo colocando más restricciones o limitaciones a la elegibilidad de los extranjeros que busquen asilo en Estados Unidos», dijo el Departamento de Justicia en un comunicado.
Las limitaciones, dirigidas a quienes buscan llegar a Estados Unidos desde México, tendrán tres excepciones: los extranjeros que demuestren que solicitaron asilo en al menos un país y su petición fue denegada en última instancia; quienes entren en la definición de «víctimas de una forma grave de tráfico de personas»; y quienes hayan transitado en su camino hacia Estados Unidos por países que no forman parte de la Convención de Refugiados de 1951 o del Protocolo de 1965.
Denominada reglamento provisional final, la normativa entra en vigor el martes pero puede sufrir modificaciones posteriores tras su publicación este lunes.
Impulsada por la Casa Blanca, está dirigida a los cientos de miles de migrantes de América Central y de otros países que intentan cruzar hacia Estados Unidos por la frontera con México para pedir asilo una vez en territorio estadounidense.
«Estados Unidos es un país generoso, pero está completamente desbordado por la carga asociadas a la detención y al proceso de cientos de miles de extranjeros detenidos en la frontera sur», dijo el fiscal general Bill Barr.
Según Barr esto va a «desalentar a los migrantes económicos que buscan explotar» el sistema de asilo para Estados Unidos.
En junio, más de 100.000 personas fueron arrestadas tras cruzar irregularmente la frontera sur. Estas cifras representan una caída del 28% con respecto a mayo, pero están muy por encima de las 43.000 aprehensiones registradas hace un año.