Ciudad de Panamá (AFP) – La diputada oficialista de Panamá Zulay Rodríguez presentó este martes en la Asamblea Nacional de su país un anteproyecto de ley para deportar a extranjeros que insulten o desplacen laboralmente a panameños.
«Los extranjeros que insultan a los panameños o que atentan contra los panameños y contra el país, si no respetan nuestras costumbres y tradiciones y nos ofenden se van del país», dijo Rodríguez, visiblemente alterada, al presentar su anteproyecto en el pleno de la Asamblea.
Además, el extranjero que «ponga en peligro el empleo de los panameños» ejerciendo una «profesión liberal reservada únicamente» para los locales, también será deportado y no podrá regresar a Panamá en 15 años, añadió la vicepresidenta de la Asamblea.
Pese a ser una economía de servicios condicionada por el comercio, el sector logístico, el tránsito de buques por el Canal y las inversiones extranjeras, Panamá tiene profesiones restringidas para panameños y otras con cuotas para extranjeros.
El anteproyecto será discutido ahora en la Asamblea, de mayoría oficialista. Su presentación se produce solo nueve días después de que Laurentino Cortizo asumiera como presidente de Panamá.
Aunque una de las promesas de campaña de Cortizo fue poner «orden» en el tema migratorio, este proyecto no ha sido aún respaldado por el gobierno, que centra su estrategia actual en la atracción de inversión extranjera para impulsar la economía y reducir el desempleo.
Durante los seis primeros meses del año, Panamá otorgó 9.000 permisos de residencia a extranjeros, principalmente venezolanos, colombianos y chinos.
Entre 2010 y 2018 las autoridades aprobaron 150.000 solicitudes. Además, a través de diferentes procesos extraordinarios, en esta década regularizaron su situación unos 125.000 migrantes.
Con el aumento migratorio, Rodríguez, del Partido Revolucionario Democrático (socialdemócrata), ha protagonizado varios discursos xenófobos, donde acusa a los migrantes de un supuesto aumento de la delincuencia y de ofender a los panameños.
También los acusa de desplazar la mano de obra local, de no pagar impuestos y de competencia desleal por cobrar menos salario que un panameño por el mismo trabajo.
«Panamá para los panameños», indicó Rodríguez, quien también pretende la derogación de regulaciones masivas de migrantes y la creación de una unidad para censar extranjeros y ver si han cometido «ofensas» al país.
«Me parece una medida populista. Panamá siempre ha sido un país que atrae extranjeros, que además han sido grandes inversionistas», dijo a la AFP el exvicecanciller y opositor, Luis Miguel Hincapié.
«Eso de que si insultas a un panameño eres expulsado inmediatamente va contra la libertad de expresión, ¿dónde trazas la raya?», añadió.
La presentación del anteproyecto se produce en momentos donde el crecimiento económico se ha reducido hasta el 3,1% (la mitad en 5 años) y el desempleo se ha incrementado hasta el 6%, la mitad casi informal.