Ginebra (AFP) – La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, viajará a Venezuela la próxima semana en una visita que se anticipa tensa por la lucha de poder entre el presidente Nicolás Maduro y el opositor Juan Guaidó.
Bachelet, quien estará en el país entre los próximos miércoles y viernes, se reunirá con ambos líderes así como con «víctimas de abusos y de violaciones de derechos humanos» y sus allegados, indicó la Oficina del Alto Comisionado en un comunicado.
Caracas había invitado a Bachelet hace unos meses, pero su organismo alegó que la visita no podía hacerse sin ciertas garantías, que la ONU no ha detallado.
Aunque el gobierno reiteró que Bachelet llegará por invitación de Maduro, Guaidó -reconocido como presidente encargado por medio centenar de países- aseguró que la visita «es un logro de la protesta» para exigir la salida del poder del mandatario socialista.
Bachelet podrá constatar la política del gobierno a favor de los derechos humanos y «las repercusiones negativas generadas por las medidas coercitivas unilaterales impuestas al país», señaló la cancillería venezolana en un comunicado.
Venezuela soporta una descarga de sanciones de Estados Unidos, principal aliado de Guaidó, que incluye una prohibición para transar su petróleo en ese país, lo que según expertos ha agravado la crisis socioeconómica caracterizada por una voraz inflación y escasez de bienes básicos, especialmente medicinas.
Por su parte, Guaidó afirmó que la presencia de la Alta Comisionada debería servir para «buscar soluciones urgentes (…) a la emergencia humanitaria».
El jefe del Parlamento también convocó a sus seguidores a salir a las calles a denunciar la grave crisis socioeconómica, de la que culpa al gobierno, «para que el régimen no pueda ocultar la tragedia» a la expresidenta chilena.
Bachelet mantendrá además reuniones con ministros, el presidente de la Corte Suprema y el fiscal general, añadió la Oficina del Alto Comisionado.
Previo a su visita, Bachelet envío a delegados al país petrolero, tras lo cual se generaron críticas de oenegés que denunciaron que se les ocultó la verdadera situación de los hospitales.
Según la ONU, unos 3,3 millones de personas se fueron del país desde 2016 a raíz de la crisis. A ellos se suman cerca de 700.000 que ya había emigrado hasta 2015.