Bruselas (AFP) – La industria salmonera chilena obtuvo en 2018 sus «mejores resultados productivos», indicó el presidente ejecutivo de SalmonChile, Arturo Clément, a la AFP en Bruselas, donde se celebra la Seafood Expo Global, el salón más importante de productos del mar.
«En el 2018, se dieron los mejores resultados productivos de la historia del salmón en Chile», apuntó Clément, precisando que los «pesos promedios son mayores que los noruegos» y las mortalidades, las «menores» jamás registras en Chile, y «más bajas que las de Noruega».
Chile es el segundo país productor de salmón, sólo por detrás de Noruega. Este sector representa el 6% de las exportaciones del país y el salmón, ya sea en su variedad Atlántico, Pacífico (Coho) o Trucha Arcoiris, es su segunda mayor exportación, después del cobre, según datos de ProChile.
De los 5.180 millones de dólares en exportaciones de salmón en 2018, 1.800 millones se destinaron a Estados Unidos, 1.076 millones a Japón, 581 millones a Brasil, 444 millones a Rusia y 285 a China, precisó ProChile.
Clément explicó que el objetivo es apuntalar las exportaciones a Estados Unidos y enfocarse también en China, en Brasil y otros países de Asia. Sobre Europa, donde las ventas representan alrededor del 5% de la industria chilena, indicó que es difícil competir «cuando Noruega está al lado».
El presidente de SalmonChile, que reúne a los principales productores de salmón del país suramericano, también aprovechó para avanzar las grandes líneas de su cuarto informe anual sobre gestión sustentable de la industria, que están ultimando.
El empresario chileno celebró así la reducción en un 23% en 2018 del uso de antibióticos y expresó la voluntad de bajar un 50% su utilización para el período de 2020-2025, para lo que firmaron un convenio con el Monterey Bay Aquarium de Estados Unidos.
Pero además expresó algunas de sus preocupaciones como el «escape de peces» e intentar que la «recuperación de los fondos marinos [donde operan las instalaciones salmoneras] sea más rápida», explicó. Para este último objetivo, estudian el uso de nanopartículas o bacterias.
La industria de salmón en Chile suele ser blanco de las críticas de las oenegés, que alertan sobre su falta de sustentabilidad, entre otras por su elevado volumen de producción y el uso de antibióticos.