Caracas (AFP) – Monigotes del presidente Nicolás Maduro y del opositor Juan Guaidó, del mandatario estadounidense Donald Trump e incluso de «los apagones» ardieron este domingo en Caracas durante la tradicional «quema de Judas», cuando Venezuela sufre su más aguda crisis económica.
Los muñecos fabricados con ropa vieja y rellenos de tela son tradicionalmente quemados al cierre de la celebración de la Semana Santa, para manifestar el rechazo popular hacia algún personaje que se considera un «traidor».
A veces los monigotes representan situaciones que se pretenden conjurar al convertirlos en cenizas.
Con una antorcha, residentes de El Cementerio (oeste) prendieron fuego a un enorme muñeco que bautizaron «El Apagón», al que previamente colgaron de una horca en medio de la calle y rociaron con combustible.
Su quema congregó a vecinos partidarios del gobierno y de la oposición.
Mientras «El apagón» se consumía, un grupo de jóvenes saltaba y coreaba «¡No volverán!», en alusión a los antichavistas, y otro grupo lanzaba gritos contra Maduro.
«No quiero decir quién es, pero es clarísimo: los que no han llevado a esta miseria. Este es un país todavía rico pero la mala administración nos ha llevado a la tumba», dijo a AFP Esperanza Laucho, de 65 años.
El 7 de marzo el país quedó a oscuras por un apagón que se extendió por cinco días y que afectó los servicios hospitalarios, el transporte y el suministro de agua.
Desde entonces han seguido ocurriendo cortes de luz y algunas regiones, sobre todo en el occidente del país, disponen de pocas horas de electricidad por día.
La oposición y expertos culpan del colapso a la ineficiencia y la corrupción del gobierno socialista. Maduro alega que es producto de ataques planeados de Estados Unidos para deponerlo.
– «¡Que lo quemen! –
Claramente caracterizado por sus cabellos amarillos, Trump fue también presa de las llamas en varios barrios de la capital.
En una de las escenificaciones, en el bulevar de Sabana Grande, su monigote se acompañaba del de un Guaidó de espaldas, semiagachado y con el pantalón abajo.
Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países, se autoproclamó el 23 de enero, luego de declarar «usurpador» a Maduro, alegando que las elecciones en las que resultó electo fueron fraudulentas.
«Por entregar el oro, las reservas y las riquezas del país a los gringos», declamó uno de los presentes al leer «los cargos» por los que se les sentenciaba a muerte. «¡Que los quemen!», respondieron al unísono los vecinos.
«Juan Guaidó ha sido el títere que se ha confabulado para que nuestra patria sea intervenida por Estados Unidos», dijo a la AFP Zuleidy Padilla, unas de las promotoras de esta quema.
Otro Trump, de cuyos bolsillos salían puñados de dólares, esperaba su hora final frente a un edificio de viviendas otorgadas por el gobierno con su plan Misión Vivienda, en Plaza Venezuela.
«Él representa a los Estados Unidos, que a donde quieren llevar su ayuda humanitaria lo que llevan es bombas, muerte, destrucción y saqueo», dijo Bedy Querecuto, de 54 años.
Al otro lado de Caracas, un judas bautizado como «Los 8 más odiados» ardió en Chacao (este).
Del monigote pendían fotocopias con los rostros de Maduro, y su esposa Cilia Flores, además de Diosdado Cabello, número dos del oficialismo, y varios ministros.
Son «los rostros de las autoridades que se han burlado del pueblo en todas sus expresiones», manifestó a la AFP Pilar Gutiérrez, a cargo de la iniciativa.
Mientras el gran muñeco se consumía, otra vecina gritaba: «Al que hay que quemar es al de verdad allá en Miraflores», en alusión al palacio presidencial.