Caldono (Colombia) (AFP) – Miles de indígenas mantienen bloqueado un tramo de una importante vía en el suroeste de Colombia por quinto día consecutivo a la espera de un encuentro con el presidente Iván Duque, pese a recurrentes enfrentamientos con la fuerza pública, indicaron el domingo líderes de la protesta.
«Infortunadamente esta vía de hecho toca llevarla a cabo para que el gobierno nacional entienda y escuche a las comunidades campesinas (e) indígenas (…) que hoy nos encontramos en la minga (protesta)», dijo a la AFP Cristián Carvajal, integrante de la comisión política de la Minga Social.
Según Carvajal, la «represión» policial que buscó desalojar a los manifestantes ha dejado un saldo de 20 heridos, tres de ellos de gravedad, y la quema de campamentos que impiden el tráfico vehicular hacia Ecuador.
Duque no se ha pronunciado sobre un posible encuentro con los representantes de las comunidades originarias de tres departamentos del suroeste de Colombia, pero afirmó el sábado en un evento público en el Vaupés (sureste) que no tolerará «ningún flagelo a los derechos de ningún ciudadano como mecanismo para llegar a la atención del Estado».
El Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, informó por su parte que la presencia del líder del partido FARC, surgido de los acuerdos de paz firmados con la exguerrilla en 2016, Pablo Catatumbo, cerró los espacios de diálogo con las comunidades indígenas.
Los manifestantes reclaman el cumplimiento de acuerdos pactados antes de la llegada de Duque al poder en agosto de 2018, que prevén, entre otras cosas, adjudicaciones de tierras y su derecho a ser consultados respecto a proyectos mineros en sus territorios.
También exigen la implementación de compromisos derivados del acuerdo de paz que condujo al desarme de la exguerrilla FARC y el fin de la violencia en sus territorios, donde han sido asesinados varios líderes comunitarios.
-Versiones encontradas-
Tras el ataque con un explosivo de baja intensidad a una caravana de la Defensoría del Pueblo (Ombudsman) que monitoreaba la situación de derechos humanos en la zona el viernes en la noche, ambos bandos se han mutuamente acusado por los hechos de violencia.
El comandante de la Policía del Cauca, Fabio Rojas, denunció en Blu Radio que los explosivos no convencionales fueron fabricados por «gente que en su momento perteneció a grupos armados ilegales».
El líder campesino Javier Alberto Fiesco advirtió a su vez a la AFP que la fuerza pública arremetió contra los campamentos de los manifestantes «tirando gases a diestra y siniestra a las casas de los comuneros, donde salen afectados adultos mayores, niños, niñas».
Jesús Arturo Realte, un camionero que ha visto su vehículo inmovilizado y utilizado para cerrar el paso en la carretera Panamericana a la altura del municipio de Caldono, departamento del Cauca, pidió una solución rápida a los bloqueos.
«Esta vía siempre ha sido afectada por ese motivo, siempre ha habido paros y todo el tiempo estamos sufriendo estos bloqueos. Tienen que darle una solución pronta porque (…) los únicos perjudicados aquí somos el campesinado y los conductores de camiones», dijo.
Para limitar las afectaciones del bloqueo, las autoridades regionales abrieron un corredor alternativo de tránsito vehicular que se mantendrá abierto el lunes, según detalló Carvajal.
Los bloqueos y protestas en la Panamericana se han tornado frecuentes en los últimos años. Los indígenas, que representan al menos el 3,4% de los 42 millones de colombianos, se han organizado para exigir derechos y denunciar crímenes y atropellos.