Buenos Aires (AFP) – El clamor de las mujeres por la igualdad de derechos, el repudio al patriarcado, la libertad de abortar y el fin de los femicidios resonó a viva voz el viernes en una multitudinaria manifestación en Buenos Aires, en el Día Internacional de la Mujer.
Fue una colorida, ruidosa y combativa movilización. Una marea con decenas de miles de personas en la que no alcanzaba la vista para calcularla. En su mayoría eran adolescentes y jóvenes adultas que se adueñaron del centro de la capital argentina al desfilar por más de cinco horas.
«Estoy aquí por derechos igualitarios y contra los crímenes de mujeres. Queremos aborto libre y gratuito. Que en el trabajo o en la calle no haya violencia cuando te dicen que tenés la pollera muy corta, o escote o remera transparente. Y cuando hay un puesto ejecutivo en el trabajo se lo dan a hombres», dijo a la AFP la empleada bancaria Georgina Scarcela de 33 años, que participó con el rostro pintado con rayas verdes y embanderada.
Entre la muchedumbre abundaron los pañuelos verdes que identifican a quienes están a favor de la interrupción legal y gratuita del embarazo. Había banderas con leyendas en aerosol que parecían gritar consignas: «¡Basta de matarnos!», «¡Igualdad de derechos laborales!».
Carteles artesanales denunciaban que 36 de cada 100 mujeres en Argentina trabajan sin estar registradas y donde el 80% de las víctimas de violencia de género sufrió alguna vez acoso psicológico en la familia, el trabajo o la calle.
– Violada por el padre –
Scarcela se abrazaba a una mujer de baja estatura, rostro curtido y una mirada firme de ojos castaños. Su nombre, es Miryam Luna, de 57 años, y su profesión, ama de casa. «Estoy acá por los derechos de la mujer», afirmó.
P: ¿Puede contar un episodio de vida en que sintió discriminación, humillación o vergüenza como mujer?
R: Va a ser duro lo que le voy a contestar…
P: No tema.
R: ¿Qué le parece que a los 12 años tu propio padre te viola y quedás embarazada y hacés una denuncia y te la ignoran? Eso me pasó. Nadie me creía. Los mayores eran vistos como grandes personas y eran realmente una basura.
– «Mamá, si desaparezco no les creas» –
El torrente humano desembocó en la histórica plaza de Mayo donde se leyó un documento del movimiento NiUnaMenos, en un país donde cada 32 horas es asesinada una mujer, según la ong Casa del Encuentro.
No había nada que festejar. Pero el estilo argentino de manifestarse incluye atronar de bombos, batallones de tamborileras, decenas de comparsas y murgas de carnaval con trajes bordados de mil colores. Un mar de banderas agitadas y musicales estribillos a coro.
«Vengo porque no quiero que maten más mujeres. Queremos vivir libres, tranquilas por la calles. Hay hombres que te buscan para desafiarte. ¡Nunca nos van a entender que llevés un feto dentro del vientre y no quieras tener un hijo, te obligan!, afirmó a la AFP Daniela Morales, empleada administrativa de 27 años.
A su alrededor había apretujamientos y una jovencita pasó con un cartel y una súplica: «Mamá, si un día desaparezco, no les creas». Otra decía que marchaba «por las pibas que nunca volvieron», víctimas de crímenes.
El mitin coincidió con el tercer Paro Internacional Feminista y Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans, en coincidencia con el 8M, el Día Internacional de la Mujer.
«El feminismo puede lograr que se compartan los gastos, que no haya jefe de hogar, que los hombres entiendan que les impusieron ese modelo patriarcal. Sino lo volteamos ahora, lo tirará la próxima generación», reflexionó Scarcela, madre de varones.
Scarcela recordó la conmoción del reciente caso de la niña de 11 años violada por la pareja de su abuela. Un centro sanitario de Tucumán (norte) le negó la legal interrupción del embarazo y se le practicó una cesárea.
El centro sanitario informó este viernes que la bebé, nacida con 600 gramos de peso, falleció de una crisis respiratoria.