Nueva York – (EFE).- Un impuesto específico para la congestión derivada del exceso de tráfico, otro para las ventas a través de internet en la ciudad de Nueva York y un tercero para el cannabis pagarán las mejoras en el metro neoyorquino antes de finales del año que viene.
Este es uno de los diez puntos del plan estratégico para transformar y financiar el organismo encargado de la gestión del metro de Nueva York, la Autoridad Metropolitana de Transportes (MTA, por sus siglas en inglés), en un acuerdo alcanzado el martes 26 de febrero entre el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, y el gobernador estatal, Andrew Cuomo.
El impuesto a la congestión se implantará en Manhattan, uno de los cinco condados de la ciudad de Nueva York, en el perímetro del llamado «Distrito Financiero Central», que abarca la parte sur de la isla, a través de un sistema de peajes en los que solo se podrá pagar con tarjeta de crédito.
Aunque está por definir la cifra a abonar, estarán exentos de este tributo aquellos vehículos conducidos por o que transporten a personas con movilidad reducida o aquellos que tengan que acceder a edificios médicos en el distrito central.
La contribución de este impuesto, además del local a las transacciones online y el estatal al cannabis, se guardará en un fondo destinado únicamente para financiar la MTA, dando prioridad al sistema de metro, nueva señalización, nuevos trenes y la reparación de vías y trenes, entre otros.
Además, como parte del acuerdo entre los dos líderes demócratas, se procederá a una reorganización de las seis diferentes entidades que componen la MTA antes de junio de este año, con el objetivo de hacerlas más «eficientes y efectivas».
Entre los puntos pactados por los máximos responsables del Estado se encuentran también la limitación de la subida de tarifas del metro a un máximo del 2 % anual, un compromiso entre la ciudad y el estado para luchar contra el impago de billetes, así como una auditoría para determinar los activos actuales del organismo.
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«A los trabajadores de Nueva York les cuesta cada día más moverse por la ciudad. No podemos permitir que pase otro año sin actuar para facilitar la vida de la gente», declaró De Blasio en un comunicado, para quien «un impuesto a los millonarios» arreglaría la solución.
Cuomo, por su parte, aseguró en una entrevista en la emisora de radio local WNYC que la imposición de peajes «es una idea a la que le ha llegado su hora», después de años negociándose.
En junio del 2017 Cuomo declaró en estado de emergencia en el metro para acelerar las reparaciones necesarias, tras varios accidentes y averías, y señaló entonces que el sistema de transporte estaba decayendo rápidamente y que su «deplorable» funcionamiento es «inaceptable».
Casi dos años después, la situación es similar, con el arreglo pendiente de varias líneas del suburbano afectadas por el huracán Sandy y desperfectos ocasiones por el mal estado de las vías y los trenes.
El anuncio se produjo este martes en una jornada electoral en la ciudad de Nueva York, que vota a su próximo defensor del pueblo -segunda autoridad de la ciudad, tras el alcalde- y con la situación de la MTA como una de las principales reivindicaciones de los aspirantes.