México (AFP) – El Senado de México discutirá este jueves la creación de la Guardia Nacional, la fuerza de seguridad que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador para enfrentar la delincuencia en el país y que ha generado críticas de la oposición y especialistas.
La Guardia Nacional es un cuerpo con mando operativo, con decenas de miles de soldados y estructura militar, que reemplazaría a la policía civil en la lucha contra los cárteles del narcotráfico y el crimen organizado.
«Va a ayudarnos mucho, va a ser decisiva para serenar al país. (…) Con la creación de la Guardia Nacional, pensamos que de esa manera vamos a garantizar la paz y la tranquilidad en el país», dijo López Obrador el martes durante un acto con militares en Coahuila (norte).
La propuesta fue aprobada en enero en la Cámara de Diputados entre reclamos de la oposición y expertos, que consideran que se otorga rango constitucional a la militarización del país, que inició en 2006 y a la que se señala en parte responsable del recrudecimiento de la violencia en México y de continuos atentados a los derechos humanos.
«Lo más preocupante es que se está poniendo en la Constitución que los militares van a estar a cargo de tareas de seguridad pública que corresponden a instituciones civiles», dijo a la AFP la especialista en seguridad Catalina Pérez Correa.
Prueba de esa preocupación es que las cifras de homicidio en México han aumentado en los últimos años. En 2017 se registraron 28.866 víctimas de homicidio doloso. Para 2018, el número aumentó a 33.341 asesinatos, la cifra más alta desde que comenzaron los registros en 1997, según datos oficiales.
La senadora del partido conservador PAN, Kenia López, considera que la propuesta repite la estrategia del gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) y de Enrique Peña Nieto (2012-2018) al utilizar militares para la seguridad pública.
«No podemos hacer las mismas cosas y esperar resultados distintos», agregó la también presidenta de la comisión de Derechos Humanos del Senado.
Pero López Obrador insiste en la reforma para que las misiones del Ejército se ejecuten «de manera transparente, no encubierta, sin simulación de la tarea de garantizar la seguridad pública».
El presidente se dijo «seguro» de que el Congreso aprobará la Guardia Nacional, al tiempo que el martes criticó a los legisladores del PAN que se han opuesto al proyecto.
«Ojalá y modifiquen esa actitud que no ayuda», dijo en su tradicional conferencia de prensa matutina, al criticar la estrategia de seguridad del PAN cuando estuvo en el gobierno con Calderón.
«Simularon que enfrentaban el problema de la inseguridad con operativos, pero todo en el esquema de la publicidad, de la detención de líderes de organizaciones delincuenciales, sin que se atendiera el problema de la inseguridad», afirmó.
– En busca de acuerdos –
Aunque el partido de López Obrador, Morena, tiene mayoría en el Congreso, se requieren dos terceras partes de los votos de los senadores para aprobar la reforma constitucional que da origen a la Guardia Nacional, lo que se conoce como mayoría calificada. Ello obliga a lograr acuerdos con partidos de la oposición.
El presidente de la junta de coordinación política en el Senado, Ricardo Monreal, advirtió que el panorama es incierto de cara a las negociaciones del jueves.
«Yo no garantizaría que haya mayoría calificada», dijo.
Morena «tiene la opción de construir las coincidencias y que podamos votar una Guardia Nacional que le sirva a México», dijo el martes en conferencia de prensa Miguel Ángel Mancera, coordinador de los senadores del opositor PRD.
«O tiene la opción de la cerrazón, tiene la opción del obstinamiento y en ese caso no va a encontrar acompañamiento para el dictamen», agregó.
El senador Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador de los senadores del PRI, dijo que su partido está a favor de la Guardia Nacional, pero no como la propone López Obrador.
«En las condiciones en las que se está planteando no estamos de acuerdo», declaró a la cadena Televisa. «Se trata de una decisión con mucha firmeza en favor de algo que mañana nos podemos arrepentir si no se hace bien», sostuvo.
El senador Eduardo Ramírez, de Morena, confió en lograr acuerdos con la oposición, negó que se vaya a militarizar al país, y puso un límite para la participación del Ejército en tareas de seguridad pública una vez que esté operando la Guardia Nacional.
«El Ejército y la Marina solamente acompañarán a lo que será la nueva Guardia Nacional los próximos cinco años y posteriormente se regresarán a sus cuarteles», dijo en entrevista a Televisa.
De aprobarse la reforma en el Senado, se devolverá el dictamen a la Cámara de Diputados para su aprobación, puesto que el proyecto en el Senado es distinto al aprobado en enero.
Después, debe enviarse a los 32 congresos estatales, en donde deben aprobarla al menos 17 de ellos para que sea publicada y entre en vigor.