Cúcuta (Colombia) (AFP) – Los primeros camiones de ayuda humanitaria estadounidense destinada a Venezuela llegaron a la frontera colombiana este jueves, el mismo día en que los países europeos y latinoamericanos del Grupo de Contacto Internacional reunidos en Montevideo pidieron elecciones presidenciales libres en el país petrolero.
Una decena de vehículos cargados de provisiones entraron a las 14H43 locales (19H43 GMT) en el centro de almacenamiento dispuesto por las autoridades colombianas cerca del puente internacional Tienditas, en la ciudad fronteriza de Cúcuta.
Un puñado de venezolanos emigrados a Colombia recibieron con júbilo la caravana que traía la ayuda solicitada por el opositor venezolano Juan Guaidó –reconocido como presidente interino por unos 40 países– y rechazada por el mandatario Nicolás Maduro.
«La esperanza está llegando, y bueno, que se abra este rumbo hacia un mejor futuro», dijo a la AFP Francisco Javier Pernea, un migrante venezolano de 44 años, que abandonó su país hace seis meses.
Venezuela, que está sumida en la peor crisis de su historia moderna, sufre graves penurias y atraviesa una situación que ha provocado un éxodo de unos 2,3 millones de personas desde 2015, según la ONU.
– La incógnita de los militares –
En Colombia, la ayuda fue recibida por la estatal Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que indicó en un comunicado que simplemente la custodiará y resguardará, «cumpliendo con el compromiso del gobierno colombiano en esta operación humanitaria».
En los «próximos días», llegarán más cargamentos a los que se sumarán otros procedentes de Brasil y de una isla caribeña por definir, agregó la entidad colombiana.
En su pulso con el poder, Guaidó insiste en la necesidad de traer alimentos no perecederos y medicamentos a Venezuela. El miércoles, instó a las fuerzas armadas a no impedir la llegada de esa ayuda después de que militares venezolanos bloquearan el puente Tienditas.
La forma en la que esos cargamentos llegarán a Venezuela y se repartirán es un misterio, pues el ya que Maduro se niega a recibirlos, alegando que no hay ninguna crisis humanitaria en su país y que su entrada sería el primer paso de una intervención militar estadounidense.
La actitud de los militares en este caso le permitirá medir a Guaidó la unidad del mando de las fuerzas armadas, apoyo tradicional de Maduro, según analistas.
«Las tropas [venezolanas] se están muriendo de hambre, al igual que su población», dijo este jueves el almirante Craig Faller, jefe del comando del ejército estadounidense encargado de América Latina, ante una comisión del Senado en Washington.
– Reunión diplomática –
Mientras la ayuda humanitaria llegaba a la frontera entre Colombia y Venezuela, los países del Grupo de Contacto Internacional (CGI) celebraron su primer encuentro en Montevideo.
La Unión Europea (UE), ocho países de ese bloque y tres de América Latina se comprometieron en la capital uruguaya a trabajar para «establecer las garantías necesarias para un proceso electoral creíble en el menor tiempo posible» en Venezuela, según la declaración final de la reunión, firmada por todos los países participantes, salvo México y Bolivia.
México, que acudió a la reunión en calidad de país observador, aseguró que no podía apoyar el llamamiento a elecciones en Venezuela, por tratarse de la política interna de otra nación.
Los asistentes también instaron a «permitir la entrada urgente de asistencia, de acuerdo con los principios internacionales humanitarios», y resolvieron coordinar esa ayuda con ACNUR, la agencia la ONU para refugiados, y enviar una misión técnica a Venezuela.
El enviado de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, criticó la reunión de Montevideo y urgió a tratar «únicamente» con el «gobierno legítimo» de Guaidó.
«En lugar de tratar de hablar con (el mandatario venezolano Nicolás) Maduro a través de grupos de contacto o diálogo, hacemos un llamado a los países para que reconozcan a Juan Guaidó y se unan a nosotros para responder a su llamado de asistencia humanitaria internacional inmediata», dijo el diplomático. «El tiempo para dialogar con Maduro ya pasó».
Para el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, la iniciativa del CGI a favor de unas elecciones presidenciales libres «no es muy útil», ya que «parte del supuesto de una igualdad de condiciones entre el gobierno legítimo de (Juan) Guaidó y la dictadura de (Nicolás) Maduro».
– «Solución venezolana» –
El Grupo de Contacto insistió en que la salida a la crisis debe ser una «solución venezolana», en línea con la posición planteada desde la apertura de la reunión por la co-anfitriona y jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, quien abogó por evitar la intervención externa.
Uruguay, que co-preside el grupo con la UE, participa por su parte en dos iniciativas. El miércoles presentó junto a México y los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) -que no han reconocido a Guaidó- la llamada iniciativa de Montevideo, una propuesta de diálogo sin condiciones previas, que no incluye el llamado a elecciones en Venezuela.
Maduro afirmó el miércoles que su gobierno está «preparado» para participar en un proceso de entendimiento, pero Guaidó se negó a cualquier «falso diálogo» que permita ganar tiempo al presidente.