Bogotá (AFP) – La versión oficial sobre el atentado del 17 de enero pasado que dejó 20 muertos en una academia policial de Colombia sostiene que el vehículo del autor del ataque penetró «bruscamente» y se desplazó «a toda velocidad» en el recinto.
Sin embargo, un análisis de videos filtrados después de los hechos, reivindicados cuatro días después por el ELN, permite dejar en evidencia inconsistencias entre la versión de las autoridades y lo que realmente ocurrió, en el peor ataque en Bogotá en 16 años.
– ¿Qué verificamos?
Un día después del atentado, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, y el ministro de Defensa, Guillermo Botero, dijeron en rueda de prensa que el guerrillero José Aldemar Rojas, quien también murió en el ataque, conducía un vehículo cargado con 80 kilos de pentolita.
Botero aseguró que la camioneta ingresó al recinto «a toda velocidad», donde fue «detectada» por personal de seguridad que alertó a los demás guardias «inmediatamente».
Según el ministro, el coche se «aprovecha» de la apertura de una valla de acceso para vehículos de carga e ingresa «bruscamente» y «sin respetar a los guardias».
La policía había informado, en un comunicado la noche del atentado, que el vehículo «ingresó de manera violenta».
El fiscal Martínez presentó una cronología según la cual el vehículo ingresó a la Escuela de Cadetes de Policía General Santander a las 09H29, fue captado 39 segundos después en un punto conocido como Avenida del Trabajo, y dijo que la bomba explotó a las 9H32.
– ¿Qué sabemos?
Filtraciones de videos de las cámaras de seguridad de la escuela demuestran que la versión de las autoridades no se condice con lo que sucedió instantes previos a la explosión, y las declaraciones del ministro y el boletín de la policía tampoco coinciden con las del fiscal.
– El ingreso –
Según Botero, el coche entró al recinto a «toda velocidad», pero un video divulgado por Noticias Caracol muestra que la camioneta recorre la Avenida del Trabajo a una velocidad moderada.
La versión de Martínez sobre la reacción policial al advertir la presencia del carro tampoco coincide con lo que se observa en las grabaciones, en las que un centenar de uniformados cercanos al vehículo no se inmutan ante su presencia.
Una de las grabaciones muestra que la puerta de entrada a la escuela estaba abierta y era custodiada por policías.
– La cronología –
Según la Fiscalía, ocho segundos después de aparecer en la Avenida del Trabajo, la camioneta pasó frente al parqueadero del Casino de Oficiales. Basándose en imágenes satelitales, la AFP calculó que ese tramo es de 300 metros, por lo que la 4×4 debió ir a un promedio de 135 km/h. Pero en un video filtrado por Noticias Caracol, se ve que el vehículo también avanza a una velocidad moderada en ese lugar.
Finalmente, la versión oficial sostiene que tras mantener un diálogo con un vigilante de la garita norte, el autor del ataque regresa hasta la intersección que acaba de cruzar, gira a la izquierda y aparece dos segundos después en la Avenida Chile (dentro de la academia), a 200 metros de donde comenzó a andar en reversa.
De ser correcta esta información, la camioneta habría recorrido ese tramo a una velocidad promedio de 360 km/h por hora. El récord de velocidad de un Fórmula Uno es del colombiano Juan Pablo Montoya desde 2005: 372 km/hora.
El video de Caracol sigue mostrando que la camioneta avanza lentamente por la Avenida Chile.
La cronología también deja dudas sobre el tiempo que permaneció el auto en la academia. Fue visto en cámara por última vez en la Avenida Chile a las 9H29 con 52 segundos, según la línea de tiempo. Según Botero, la explosión ocurrió a 100 metros de esa calle.
Sin embargo, Martínez aseguró que la bomba explotó a las 9H32, lo cual implicaría que la camioneta pasó poco más de dos minutos sin haber sido registrada por cámaras antes de explotar y dentro de la institución, que supuestamente ya estaba alertada.
Consultado por AFP, el jefe de prensa del ente acusador descartó algún error y aseguró que la cronología «se hizo con base en la información preliminar aportada por el ministerio de Defensa».
Martínez reafirmó el miércoles que el carro «entró de una manera forzada» y que «justo en el momento en que entra la camioneta, no había un enfoque (de las cámaras) sobre la puerta».
Tanto Botero como Martínez dijeron que indagan la seguridad interna del lugar.
– Qué podemos concluir
Una vez analizados imágenes satelitales y videos que se filtraron después de la versión presentada por la fiscalía y el ministerio de Defensa, podemos concluir que la versión de las autoridades no corresponde a los hechos que precedieron la explosión del coche bomba.