TECUN UMAN (Guatemala) (AFP) – La nueva política migratoria de México, que permite permanecer un año en su territorio a quienes arriban huyendo de la pobreza y violencia con la intención de llegar a Estados Unidos, apunta a «reconocer la relevancia» de la relación con Centroamérica, dijo el viernes un funcionario del Instituto Nacional de Migración (INM).
La decisión «reconoce la relevancia de nuestra relación con Centroamérica y en especial con el Norte de Centroamérica», integrado por El Salvador, Guatemala y Honduras, dijo en rueda de prensa Tonatiuh Guillen, comisionado del INM.
El funcionario realizó estas declaraciones al entregar las primeras diez «tarjetas de visitante por razones humanitarias» a nueve hondureños y un salvadoreño que forman parte de una masiva caravana de migrantes que intentan atravesar México para llegar a Estados Unidos.
Cientos de migrantes permanecen en el parque de Tecún Umán, ciudad guatemalteca fronteriza con México, para iniciar los trámites y acogerse a ese beneficio que les permite tener empleo, educación y servicios de salud básicos.
«Este cambio, esta tarjeta está generando un nuevo paradigma en el tratamiento de la población migrante en México», afirmó Guillen en la conferencia ofrecida en el puesto fronterizo mexicano de Ciudad Hidalgo.
Asimismo, aclaró que la modificación «es una regulación de Estado, es una política de Estado».
Descartó que la reforma obedezca a la actual coyuntura provocada por las caravanas, las cuales ha provocado la ira del presidente estadounidense Donald Trunp, quien ha reiterado la necesidad de construir un muro en su frontera sur.
«Hay un programa nacional de una nueva política migratoria, no tiene que ver con caravanas, es una decisión soberana de México», insistió Guillen.
Alegó además que atender a originarios del triángulo centroamericano es necesario porque en esa región «hay condiciones sociales de violencia, inseguridad y económicas que fuerzan la migración».
El funcionario recordó que ya existe un proyecto que permite a guatemaltecos trabajar en el sur mexicano, pero ahora se extenderá a salvadoreños y hondureños.
Guillen precisó que la reforma obedece al reconocimiento de una dinámica de acercamiento progresivo con Centroamérica y México. Ahora «tenemos que darle su marco institucional», dijo.
Por ello, se comenzará a trabajar en una estrategia tendiente a lograr «una reforma a la Ley de Migración».
Datos del INM indican que entre el jueves y viernes realizaron trámites para acogerse al programa de la tarjeta un total de 2.373 migrantes; uno de Brasil, 262 de El Salvador, 150 de Guatemala, cuatro de Haití, 1.933 de Honduras y 23 de Nicaragua.