Santiago (AFP) – El papa Francisco aceptó la renuncia del excapellán de Carabineros, la Policía uniformada de Chile, Luis Felipe Egaña, acusado de haber abusado sexualmente de un menor hace 33 años, indicó este sábado un comunicado de la Iglesia chilena.
Egaña había pedido al papa que aceptara su renuncia luego de que en junio del año pasado fue denunciado por abuso sexual de un menor de 1985, hecho que se une a la ola de escándalos por pederastia de centenares de religiosos que son investigados en la justicia chilena y que provocaron una crisis en el seno de la Iglesia local.
El papa acogió la solicitud «por el bien de la Iglesia», por lo que Egaña fue «excluido del estado clerical y de las obligaciones propias del sacerdocio», indicó la nota difundida por la Diócesis de Talca, donde cumplía sus funciones sacerdotales en los últimos años.
En agosto pasado, una investigación determinó que las denuncias en su contra eran «verosímiles», pero dada la fecha en que habría ocurrido el abuso, ya habría prescrito.
Antes de que el papa aceptara su renuncia, los antecedentes habían sido enviados a la Congregación de la Doctrina de la Fe en el Vaticano, entidad que ha indagado las denuncias por pedofilia en contra de sacerdotes.
Las denuncias de abuso sexual calaron hondo en la sociedad chilena. Un reciente sondeo reveló que el número de quienes declaran profesar la religión católica en el país bajó 14 puntos porcentuales en la última década, hasta llegar a un 55% de la población, en lo que fue llamado «un desplome de confianza».
Francisco, en su cruzada por cumplir su promesa de «tolerancia cero» ante crímenes sexuales, aceptó durante el año pasado la renuncia de siete obispos chilenos, expulsó del sacerdocio a otros dos obispos eméritos y a los sacerdotes Fernando Karadima y Cristián Precht.