Caracas (AFP) – Los ejercicios de defensa que realizan Caracas y Moscú, para los cuales fueron desplazados bombarderos rusos, avivaron las tensiones con Estados Unidos y Colombia, a los que el gobierno de Nicolás Maduro acusa continuamente de promover planes golpistas.
El gobierno venezolano calificó este martes de «cínica» la reacción de Washington ante el envío de las aeronaves rusas, recordando que el presidente Donald Trump ha hecho insinuaciones sobre una posible intervención militar.
La reacción del secretario estadounidense de Estado , Mike Pompeo, «no es solo irrespetuosa, es cínica: EEUU posee al menos 800 bases militares (conocidas) en 70 países», escribió en Twitter el canciller venezolano, Jorge Arreaza.
«Hoy, 75 de los 107 programas de EEUU para cooperación en seguridad operan en América Latina», agregó.
El lunes, dos bombarderos Tu-160, un avión de transporte An-124 y un avión de pasajeros Il-62 aterrizaron en el aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas, para ejercicios de defensa, según el alto mando militar venezolano.
Pompeo rechazó las maniobras en Twitter, al acusar a Moscú y Caracas de ser «dos gobiernos corruptos derrochando fondos públicos y reprimiendo la libertad mientras su pueblo sufre». Rusia criticó esa declaración como «poco diplomática» e «inaceptable».
«Una falta tan evidente a las reglas de la etiqueta diplomática no puede ser considerada como un incidente banal (…). Lo que el jefe de la diplomacia estadounidense dijo es inaceptable, y eso sin mencionar que no es para nada profesional», señaló el ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.
Moscú invitó a la Casa Blanca a «contar el dinero en sus propias cajas» en vez de criticar las decisiones de Moscú, en referencia a la forma como Estados Unidos gastó su «presupuesto militar colosal» en las guerras de Afganistán, Irak y Libia.
– Colombia «no se deja amedrentar» –
El canciller venezolano consideró además «insólito» que Washington cuestione las maniobras, cuando Trump «nos amenazó públicamente con una intervención militar». «Si quieren cooperar, levanten sus sanciones contra Venezuela», añadió.
Maduro, quien denuncia continuamente conspiraciones en su contra orquestadas por la Casa Blanca, se prepara para iniciar un segundo período (2019-2025) el próximo 10 de enero, tras ser reelegido en comicios desconocidos por Estados Unidos, la Unión Europea y una docena de países latinoamericanos.
En septiembre, en el marco de la Asamblea General de la ONU, Trump advirtió que «todas las opciones están sobre la mesa» en el caso venezolano, «las fuertes y las menos fuertes».
«Y ya saben lo que quiero decir con fuerte», dijo entonces a la prensa.
En la controversia terció Colombia, aliado estratégico de Washington y «socio global» de la Alianza Atlántica OTAN, que comparte con Venezuela una frontera de 2019 km.
Al señalar que las maniobras militares de Venezuela no son nuevas, el ministro colombiano de Defensa, Guillermo Botero, dijo este martes que las Fuerzas Armadas han actuado siempre con una «prudencia a toda prueba».
«Colombia no es un país provocador, ni provoca, ni deja que lo provoquen», declaró Botero a W Radio.
Bogotá lidera la presión regional para aislar diplomáticamente al gobierno de Maduro, al que tacha de «dictadura».
El domingo el mandatario venezolano denunció una vez más los supuestos planes de Estados Unidos para derrocarlo, en una conspiración que, según él, involucra a Colombia.
Bogotá, que ha negado enfáticamente buscar la salida por la fuerza del gobierno de Maduro, insistió en que seguirá actuando con «prudencia» frente a las ejercicios militares de Caracas.
Colombia «no se deja amedrentar, pero tampoco se deja provocar ni sale a provocar a los vecinos, a ninguno de nuestros vecinos», sostuvo el ministro de Defensa.
Rusia envió las aeronaves a Venezuela cinco días después de un encuentro en Moscú entre Maduro y su par ruso, Vladimir Putin, quien le prometió apoyo.