San José (AFP) – Costa Rica apunta a reactivar su economía para contener el desempleo, tras la aprobación de una reforma fiscal con la que el gobierno espera sanear las deterioradas finanzas públicas, dijeron autoridades y empresarios.
La reforma, aprobada por la Asamblea Legislativa el lunes y homologada por el presidente Carlos Alvarado, incrementa la carga tributaria para generar nuevos recursos al Estado, con los cuales el gobierno espera contener el déficit fiscal que alcanzó 6,2% del producto interno bruto (PIB) en 2017 y llegaría a 7,2% del PIB este año, según el Banco Central.
«Impulsaremos la agenda de reactivación económica enfocada en la generación de empleos. (…) Parte clave de esta agenda de empleo y reactivación son los proyectos para el ingreso de Costa Rica a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico)», declaró Alvarado en una cadena televisiva la noche del lunes.
Costa Rica espera ingresar como miembro de la OCDE, a partir de 2020, según el mandatario.
El país arrastra un índice de desempleo de alrededor de 10% los últimos años, que no ha bajado pese al crecimiento económico de 3,3% como promedio en la última década.
Ante ello, Alvarado anunció como parte del esfuerzo de reactivación económica proyectos de inversión en obras públicas en todo el país, incluyendo un tren eléctrico que conectaría las principales ciudades y cuya construcción comenzaría en 2019.
– Sector privado –
La reactivación de la economía ha sido un clamor del sector privado, que han reclamado al gobierno acciones para estimular la inversión y el consumo para generar puestos de trabajo.
«Los ciudadanos y los empresarios requieren señales positivas para recobrar la confianza necesaria para reactivar el consumo y la inversión, sin los cuales no hay más empleo», declaró Maurizio Musmanni, presidente de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria.
En el mismo sentido, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP) urgió al parlamento a impulsar iniciativas para dinamizar la economía mediante reformas laborales, educativas y mayor eficiencia en el sector público.
«Vamos a seguir insistiendo en que necesitamos poner a producir y competir a nuestro país» señaló Gonzalo Delgado, presidente de UCCAEP, quien insistió en que la aprobación de la reforma fiscal es insuficiente para superar los problemas financieros del país.
Con ello coincidió la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, principal impulsora de la reforma fiscal.
Aguilar recordó que reforma fiscal contempla también medidas para la contención de gastos públicos, herramientas contra la evasión tributaria y una regla que obliga a las entidades del estado a ajustar su presupuesto a la disponibilidad de recursos.
Proyectó que con esa normativa, el país llegará al año 2023 con un superávit fiscal de 0,8% del PIB.
«La confianza que genera este proyecto nos prepara el camino» para atraer más inversión y mejorar la evaluación del país de las agencias calificadoras de riesgo financiero, que en los últimos años han bajado la calificación de Costa Rica.
«Va a ser muy diferente recibir en los próximos días a las calificadoras, con una expectativa de aprobación de un país que tiene una larga historia de no aprobación», comentó Aguilar.