Río de Janeiro (AFP) – El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, se reunió este jueves con el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, en el primer encuentro de alto nivel entre el gobierno de Donald Trump y el futuro mandatario de extrema derecha.
Bolton llegó a las 07H00 locales (09H00 GMT) en una larga caravana al encuentro que tuvo lugar en la residencia en Rio de Janeiro de Bolsonaro, que asumirá funciones el 1º de enero, y quien lo recibió con un saludo marcial.
En la reunión estuvieron presentes miembros del futuro gobierno de Bolsonaro: los ministros designados de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo; y de Defensa, general Fernando Azevedo e Silva; así como quien será el jefe del gabinete de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno.
El alto asesor de Trump se retiró sin hacer declaraciones a la prensa, pero una hora después divulgó en Twitter fotos y calificó de «productiva» la reunión.
«Disfruté una amplia y productiva discusión con el presidente electo de Brasil Bolsonaro y su equipo de seguridad», escribió Bolton. «Extendí una invitación del presidente Trump a Jair Bolsonaro para visitar Estados Unidos. Esperamos una dinámica alianza con Brasil», agregó.
Bolsonaro también divulgó en Twitter una foto de la cita con Bolton, que calificó de «muy productiva y grata».
– Prepara el terreno –
En rueda de prensa en la Casa Blanca el martes, Bolton subrayó que Trump «fue el primer líder extranjero» en llamar a Bolsonaro, que ganó la elección con 55% de los votos, lo que resalta la afinidad entre ambos.
«Vemos esto como una oportunidad histórica para que Brasil y Estados Unidos trabajen juntos en una cantidad de aspectos: economía, seguridad y un abanico de otros temas».
«De hecho voy para preparar el terreno» para ambos líderes, indicó entonces.
Bolsonaro es un ferviente admirador de Trump y no ha ocultado su intención de reorientar la diplomacia brasileña hacia Washington.
Uno de sus primeros anuncios tras vencer en los comicios fue, siguiendo los pasos de Trump, que Brasil mudará su embajada en Israel a Jerusalén, rompiendo con una línea diplomática de medio siglo.
Como Trump, Bolsonaro también apuntó contra China: primero visitó Taiwán -cuya soberanía no es reconocida por Pekín- y luego dijo que el gigante asiático estaba «comprando a Brasil».
La mayor economía de América Latina despunta además, bajo el mandato de Bolsonaro, como un aliado regional clave para Washington en su deseo de aislar a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, a los que Bolton llamó semanas atrás la «Troika de la tiranía» de las Américas.
Esta semana, el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente electo, visitó Estados Unidos como enviado especial de la nueva administración.
Allí se reunió con figuras del espectro político y comercial, y fue a la cena de cumpleaños de Steve Bannon, el ultraderechista exestratega de Trump que jugó un importante rol en el ascenso del mandatario estadounidense.
«Persona ícono en el combate al marxismo cultural», escribió Eduardo Bolsonaro en la red social Instagram, donde divulgó una foto de ambos.
Además, mantuvo un encuentro con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien informó en Twitter que conversaron sobre «la futura cooperación» con el próximo gobierno de Brasil, junto a una foto en la que los dos aparecen muy sonrientes.
El hijo del mandatario brasileño también generó titulares al ser fotografiado con una gorra que promueve la candidatura de Trump para 2020, un gesto cuestionado en la prensa de su país.