Quito (AFP) – La justicia de Ecuador suspendió el jueves una audiencia para resolver una demanda constitucional presentada por Julian Assange, asilado desde 2012 en la embajada ecuatoriana en Londres, para lograr el restablecimiento de sus telecomunicaciones, cortadas desde marzo.
La acción de protección, presentada el viernes ante un tribunal de Quito por el exjuez español Baltasar Garzón, director de la defensa de Assange, también busca impedir la aplicación de un protocolo para el fundador de WikiLeaks que regula visitas, comunicaciones y hasta salubridad, y cuyo incumplimiento derivará en la «terminación del asilo».
La jueza Karina Martínez instaló la audiencia con la presencia del abogado ecuatoriano Carlos Poveda, otro defensor de Assange, pero casi dos horas después resolvió suspenderla por problemas técnicos y de traducción idiomática.
Tras varias pruebas de sonido, Martínez interrumpió la sesión indicando que no podía continuar sin la intervención de Assange, quien debía declarar a través de una videoconferencia desde la sede diplomática.
«La presencia de él dentro de esta audiencia es indispensable», indicó la jueza, quien no fijó fecha para la reanudación.
Assange, de 47 años, apareció en las pantallas de la sala judicial luciendo un traje oscuro y una tupida barba blanca. Al interactuar con el traductor, dijo que el nivel de traducción no era «suficiente».
«El micrófono está bien, pero la traducción no», expresó.
Garzón afirmó el viernes en Quito que la demanda contra el canciller José Valencia, que se refiere a derechos fundamentales de las personas, fue presentada ante la «incomunicación» a la que es sometido Assange. Además consideró que el protocolo tiene «medidas restrictivas».
Assange se refugió en 2012 en la embajada ecuatoriana para evitar ser extraditado a Suecia, que lo reclamaba para enfrentar acusaciones por supuestos delitos sexuales.
Aunque las causas no prosperaron, él sigue en la legación pues la justicia británica mantiene una orden de detención contra su persona por haber violado las condiciones de su libertad condicional en el marco del caso sueco.
El fundador de WikiLeaks teme que si deja la embajada pueda ser detenido y extraditado a Estados Unidos por difundir miles de secretos oficiales de ese país a través de su página web.
El lunes, Valencia manifestó que «nos sorprende muchísimo esta demanda del señor Assange al país que lo ha protegido durante seis años y que lo ha hecho con plata y persona», a pesar de lo cual Ecuador mantendrá el asilo que le concediera hace seis años.
Añadió que «el protocolo es conforme a la ley ecuatoriana. Es una potestad del Estado ecuatoriano comunicar y establecer las directrices para el funcionamiento de la embajada».