Quito (AFP) – El exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, condenado por corrupción, fue cambiado de prisión «por razones de seguridad» tras la fuga de un exministro del expresidente Rafael Correa (2007-2017), informó este domingo la secretaría de Comunicación (Secom).
Glas, quien permanecía desde hace un año en una prisión en Quito, fue trasladado a la cárcel de Latacunga, en la provincia de Cotopaxi (centro).
«Luego de la fuga del exsecretario de Comunicación», Fernando Alvarado, «se ha recibido un informe de inteligencia policial, y por razones de seguridad hace pocos minutos se procedió a trasladar a Jorge Glas al centro de rehabilitación social de Latacunga», señaló la Secom en un comunicado.
Eduardo Franco, abogado del exvicepresidente, consideró una «arbitrariedad» la decisión de cambiar de prisión a Glas, quien cumple una condena de seis años por recibir sobornos por 13,5 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht a través de un tío, que afronta la misma sentencia.
«Una bajeza, canallada y transgresión a normativas internacionales y nacionales representa esta arbitrariedad», escribió Franco en su cuenta de Twitter.
El traslado de Glas, que fue reelegido vicepresidente en binomio con el mandatario Lenín Moreno y perdió su cargo por ausencia, ocurrió luego de conocerse la fuga de Alvarado.
El exministro fue declarado prófugo de la justicia luego de que se quitara una tobillera de vigilancia electrónica que le fue impuesta en agosto por la Fiscalía en el marco de una investigación en su contra por peculado.
Ecuador solicitó a la Interpol activar la alerta azul para localización de Alvarado, quien es investigado en 11 procesos relacionados con la contratación de servicios para los informes semanales de radio y televisión que Correa realizó durante su gobierno.
«El tema de Fernando Alvarado ha sido motivo para este ensañamiento y para esta violación de sus derechos humanos fundamentales», expresó Franco más tarde en una rueda de prensa refiriéndose a Glas.
La secretaría de Comunicación indicó, sin embargo, que «se garantizará» la integridad del exvicepresidente.