La Habana (AFP) – Los diálogos de paz entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno del presidente de Colombia, Iván Duque, llevan más de dos meses paralizados, sin señales de reinicio. Es la peor crisis del proceso, según el jefe negociador de la guerrilla, Pablo Beltrán.
Sin embargo, Beltrán espera en La Habana el reinicio de la mesa de conversaciones, que estuvo allí instalada desde mayo, durante los últimos meses del gobierno de Juan Manuel Santos.
En medio de advertencias de Duque para endurecer las negociaciones y hacer ajustes a los acuerdos ya alcanzados, el ELN dice estar abierto a tratar cualquier tema, pero en la mesa, y advierte de un plan del gobierno para intensificar hasta noviembre los ataques contra el grupo -para debilitar su posición negociadora.
Un acuerdo final terminaría con el último conflicto armado en América.
P: ¿En qué estado se encuentra la mesa de diálogo?
R: Tenemos la expectativa que el gobierno de Duque escuche a un gran número de colombianos que quiere la continuidad del proceso de paz, la implementación con las FARC y se eche a andar la agenda con el ELN. Que piense en ese 43% que durante las elecciones dijo que quiere paz con cambios.
(NdR: Beltrán se refiere quienes en el balotaje presidencial en junio, en el que resultó electo Duque, votaron por el izquierdista Gustavo Petro ,que apoyaba el acuerdo de paz que desarmó y transformó en partido a la exguerrilla FARC).
P: ¿Esta es la peor crisis en las conversaciones de paz?
R: Sí, porque se traen acuerdos anteriores, como la participación de la sociedad en el proceso, que son interrogados por el gobierno. Eso le introduce una crisis al conjunto de las conversaciones y al proceso de paz.
P: ¿Qué tendría que cederse para retomar el diálogo?
R: Hemos dicho que cualquier ajuste que quiera proponer el gobierno o sus delegados, lo coloque en la mesa. No hemos dicho que hay inamovibles. Sentarnos es darle continuidad al proceso. Y si el gobierno considera que debe haber cese al fuego, estamos de acuerdo, pero tiene que ser bilateral. El anterior (octubre 2017-enero 2018) fue exitoso y hay que construir sobre lo construido.
P: ¿Están dispuestos a dejar en libertad a los rehenes que mantienen, para seguir conversando, como pide el gobierno?
R: Todo lo que el gobierno quiera decir, que lo diga en la mesa. Las víctimas y su dolor no es un tema para discusiones públicas. Que vayan a la mesa, nombren sus delegados, y allí se tocará lo que sea.
P: ¿Pueden hacer público el número de rehenes?
R: Si quieren ellos una inclusión (en la agenda) sobre las privaciones de libertad que hace el ELN, perfectamente estamos en disposición de darlas pero en la mesa.
P: ¿Ustedes garantizan que esas personas están a salvo?
R: Totalmente.
P: El gobierno dice que los máximos dirigentes del ELN se ocultan en Venezuela…
R: Los servicios de inteligencia de Colombia saben muy bien que los dirigentes del ELN están al frente de sus tropas, y no somos un objetivo de ataque porque no andamos en grupos grandes ni somos visibles. Tenemos medidas. Desde que las FARC se desmovilizó, toda la maquinaria militar colombiana está en contra nuestra.
P: ¿A qué aduce la demora del presidente Duque para no reiniciar el diálogo?
R: Nos hemos enterado que el presidente Duque tiene un acuerdo con la cúpula militar para que en los primeros 100 días de su gobierno, que terminan en noviembre, dé golpes contundentes a las cabezas del ELN. Le ha entregado la mesa a la cúpula militar, y espera, después de esos golpes, retomar las conversaciones. Quieren un debilitamiento del ELN y ahí ver qué prosigue.
P: ¿El ELN sólo se está defendiendo o también está atacando?
R: Si hay operaciones militares masivas en todos los rincones de Colombia, necesariamente hay combates y el ELN está haciendo una resistencia a esos operativos. Es ilógico que el gobierno nos pida cesar las operaciones militares, nuestra respuesta, cuando ellos las intensifican más.
P: ¿Seguirán en la mesa?
R: Tenemos las instrucciones de esperar a que el gobierno nombre su delegación y reanudemos las conversaciones (…) Pensamos en que pasados los 100 días de Duque, que se cumplen a mediados de noviembre, esto va a tomar un rumbo.
P: ¿Es esta la última oportunidad para la paz?
R: El camino por la paz ya se echó a andar. Así haya una minoría que no le guste, tendrá que pasar la página de la guerra. Eso no lo va a detener un gobierno. Es irreversible.
P: Si pudiera hablar con el presidente Duque, qué le diría…
R: Tiene cuatro años como gobierno para lograr acuerdos de paz. Que no deje pasar esta oportunidad. Ya Juan Manuel Santos tuvo una