Quito (AFP) – La tensión diplomática entre Ecuador y Venezuela escaló este jueves con la orden de expulsión a la embajadora venezolana en Quito tras comentarios lanzados desde Caracas contra el presidente Lenín Moreno.
«Frente a las expresiones ofensivas formuladas el día de ayer por el Ministro de Comunicación e Información de la República Bolivariana de Venezuela», Jorge Rodríguez, el gobierno «ha resuelto expulsar de nuestro país a la embajadora de Venezuela en Ecuador», Carol Delgado, indicó la cancillería en un comunicado.
El ministerio de Relaciones Exteriores le dio 72 horas a la diplomática para abandonar Ecuador, que durante los diez años de mandato del socialista Rafael Correa (2007-17) fue un estrecho aliado del chavismo.
En respuesta, el gobierno del presidente Nicolás Maduro también ordenó la expulsión de la encargada de negocios de Ecuador en Venezuela, Elizabeth Méndez, quien es la única representante del país andino en Caracas, pues Quito se abstuvo de posesionar en julio a su embajador.
Méndez, sin embargo, ya había sido llamada consultas por Quito a la vez que decidió la expulsión de la diplomática venezolana.
«La ofensa de un miserable siempre ennoblece», escribió Moreno en Twitter, sin mencionar al ministro venezolano en su único comentario tras su decisión.
A diferencia de su exaliado Correa, el actual presidente es crítico del gobierno de Maduro, quien este jueves sostuvo que ama a Ecuador y sin nombrar a Moreno dijo que «los traidores y los cobardes serán olvidados».
Maduro, quien este jueves sostuvo que ama a Ecuador, dijo sin nombrar a Moreno dijo que «los traidores y los cobardes serán olvidados».
En la declaración que provocó la indignación del gobierno ecuatoriano, Rodríguez acusó a Moreno de mentir en la Asamblea General de las Naciones Unidas -celebrada hace tres semanas en Nueva York- cuando se refirió al número de venezolanos que han llegado a Ecuador huyendo de la profunda crisis económica en su país.
«Mentiroso, es un mentiroso, y se atreve a mentir en el podio de Naciones Unidas porque eso fue lo que le ordenaron para montar la patraña esta que están montando», dijo Rodríguez el miércoles en Caracas, cuyo gobierno considera que existe una campaña internacional para derrocar a Maduro.
La cancillería venezolana, de su lado, consideró «extravagante» «intolerante» y «desproporcionada» la reacción de Ecuador, al tiempo que defendió las declaraciones de Rodríguez.
– «Deterioro» de relaciones –
Para Marco Romero, catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, la expulsión de Delgado es un síntoma del cambio en la relación entre Ecuador y Venezuela, que empezó en mayo de 2017 cuando Moreno reemplazó a Correa, con quien mantiene una ácida disputa.
«Asistimos a un escalamiento y aceleración del deterioro de las relaciones bilaterales que ya lleva en esa tendencia desde el inicio del actual gobierno», dijo el internacionalista a la AFP.
El experto aseguró que el «deterioro» de las relaciones entre ambas naciones «ya estaba marcado» por el cambio radical de Quito en foros internacionales frente a la administración de Venezuela, a la que acusa de haberse perpetuado en el poder.
La decisión de Ecuador «da cuenta de los problemas que están enfrentándose en las relaciones de la región. Esta tendencia a confrontaciones, disputas diplomáticas y eso podría ampliarse más», apuntó.
Con los cambios de presidentes de los últimos años, el gobierno de Maduro ha perdido progresivamente apoyos en América Latina, donde ahora solo cuenta con aliados como Cuba, Bolivia y Nicaragua.
Antes de exigir que Delgado abandonara el país, Ecuador había elevado este jueves el tono cuando el secretario de Comunicación, Andrés Michelena, tildó de «nefasta» la administración de Maduro en una entrevista con la televisora ECTV.
– Apoyo a migrantes –
Pese a la brecha política abierta con la expulsión de la embajadora, el gobierno ecuatoriano aseguró que mantendrá la «asistencia» a los venezolanos que ingresan a su territorio.
Actualmente unos 2.000 ciudadanos de ese país cruzan a diario la frontera hacia Ecuador, según las autoridades. Ese número es inferior al registrado en agosto, cuando Quito declaró emergencia migratoria, aún vigente, por el aumento del flujo a unas 4.200 personas por día.
Aunque la ONU calcula que cerca de 1,9 millones de personas han dejado Venezuela desde 2015, la mayoría hacia países de la región, Caracas niega la crisis económica y la ola migratoria.
Frente a la situación venezolana, el gobierno de Moreno ha mantenido una posición que demanda un diálogo en Venezuela para resolver los problemas de hiperinflación y escasez.
Según cifras oficiales, unos 250.000 venezolanos viven en Ecuador, que además ha entregado 90.000 visas y ha recibido 7.000 pedidos de refugio, de los cuales 1.250 están en trámite.
Quito tiene previsto para noviembre organizar una segunda cita regional para evaluar el flujo migratorio venezolano, considerado por la ONU como el mayor de la historia reciente de América, con Venezuela como invitado.
La primera reunión se realizó en septiembre y convocó a delegados de 12 países de la región, que en su resolución llamaron a Maduro a aceptar ayuda humanitaria.