Sao Paulo (AFP) – El artista plástico chino Ai Weiwei llegó este martes a Sao Paulo, donde estrenará en diez días «Raíz Weiwei», la mayor exposición de su carrera.
La muestra de 8.000 m2 será también la primera del creador en Brasil y reunirá sus trabajos más icónicos y obras inéditas.
El proyecto cuenta con la curadoría de Marcello Dantas y estará en exhibición hasta enero de 2019. El reconocido artista llegó a Brasil la semana pasada y cumplía agenda en Porto Alegre (sur), antes de desembarcar en Sao Paulo.
Se prevé que la muestra ocupe los tres pisos del pabellón de exposiciones del Parque Ibirapuera en Sao Paulo.
Allí estarán expuestas algunas de sus más conocidas piezas, como «Semillas de girasol» -compuesta por millones de semillas de porcelana pintadas a mano por artistas chinos, en una reflexión sobre la producción en masa y la falta de individualidad-, y «Cofre de la Luna», una serie de baúles hechos con una madera noble china.
También, por primera vez, se presentará íntegramente la pieza «Recto», una serie de vigas de acero compuesta por 164 toneladas del material recuperado de los escombros de escuelas de Sichuan (suroeste de China), tras el fuerte terremoto que golpeó la ciudad en 2008.
Las piezas inéditas nacieron de una visita previa del artista a Brasil el año pasado.
«Entre los destaques está una serie de obras hechas con centenarias raíces de un árbol típico del bosque atlántico en Bahía actualmente en riesgo de extinción (…) Residuos descubiertos en el medio del bosque fueron seleccionados y trabajados por el artista junto a carpinteros chinos y brasileños», explicó su asesoría en un comunicado.
Otra novedad será «F.O.D.A.» («joda» en portugués), compuesta por moldes en porcelana blanca o pintada de cuatro elementos brasileños que, con las iniciales de sus nombres en portugués, componen la palabra.
En total, estarán expuestas cerca de 70 piezas.
Ai Weiwei, de 61 años, es hijo de un conocido poeta chino.
Estudió animación y vivió en Estados Unidos entre 1981 y 1993. Tras su regreso a China estuvo siempre ligado al mundo de las artes y la cultura.
Colaboró con los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron en el diseño del Estadio Nacional de Pekín, donde se inauguraron los Juegos Olímpicos de 2008. Crítico con el gobierno nacional, después se arrepintió de su participación.
Pero fue la catástrofe generada por el terremoto de 7,9 grados del 12 de mayo de ese año en la provincia de Sichuan -en el que murieron o desaparecieron más de 87.000 personas, entre ellas miles de estudiantes atrapados en edificios que no cumplían los estándares de calidad-, lo que llevó al artista a lanzar el primer acto de derechos civiles a gran escala realizado a través de las redes sociales.
Pagó cara esa militancia. Ai Weiwei estuvo encarcelado 81 días en 2011 y despojado de su pasaporte, lo que le impidió salir del país durante cuatro años. Desde 2015 reside fuera de China.