Ciudad de Panamá (AFP) – El gobierno panameño, en su intento por combatir la mala imagen del país generada por el escándalo de los Papeles de Panamá, acelera contactos con la OCDE de cara a seguir haciendo reformas que blinden a su sistema financiero del blanqueo de capitales y la evasión fiscal.
«Panamá ha trabajado de la mano de esta organización internacional en nuestro proceso de modernización y fortalecimiento de la plataforma financiera y de servicios internacionales, nos han brindado apoyo técnico y son hoy día un importante aliado», afirmó este sábado a la AFP la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel de Saint Malo.
De Saint Malo visitará el próximo martes en París la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde se reunirá con Grace Pérez-Navarro y Mónica Bathia, de política tributaria e intercambio de información de ese organismo.
La cita es «para dar seguimiento al proceso de adopción e implementación de iniciativas y estándares internacionales en materia de transparencia y cooperación internacional», agregó.
Panamá anunció recientemente que inició el intercambio automático de información financiera bajo los parámetros exigidos por la OCDE.
El compromiso es brindar información de instituciones financieras de forma automática con 33 jurisdicciones, entre ellas, Francia, Gran Bretaña, Alemania, España, México, Japón, Australia e India.
«Ya estamos totalmente inmersos en el concierto de las naciones que estamos con el tema del cumplimiento de medidas de transparencia e intercambio de información a nivel global y eso ha tenido beneficios», señaló Martín Barciela, subjefe del departamento de Intercambio de Información del Ministerio de Economía.
– ¿Integrarse a la OCDE? –
El sistema financiero panameño fue duramente criticado en 2016 tras el escándalo de los denominados Papeles de Panamá (Panama Papers), una filtración de documentos que revelaron cómo desde un despacho panameño se crearon infinidad de sociedades offshore, algunas de las cuales habrían servido a personalidades mundiales para evadir impuestos y blanquear capitales.
La OCDE acusó entonces a Panamá de ser «el último gran reducto» para ocultar fortunas offshore.
Desde entonces, el gobierno panameño aceleró diversas reformas para blindar su sistema financiero y suscribió varios convenios con la entidad.
De Saint Malo considera que una incorporación de Panamá a la OCDE representaría «los mejores intereses del país» porque los «beneficios que traería el propio proceso de entrada son significativos en términos de reforma del Estado».
Esa hipotética incorporación conllevaría a «transformaciones que llevarían al país a niveles de desarrollo altos en materia de institucionalidad, acorde además, con los niveles de crecimiento de Panamá», indicó.
Sin embargo, la canciller aclaró que «en estos momentos el Gobierno no ha contemplado ningún proceso de petición» de incorporación.
– Francia, la piedra en el zapato –
En su visita, De Saint Malo también mantendrá reuniones con funcionarios del gobierno francés, que mantiene a Panamá en su lista de paraísos fiscales.
Panamá considera que Francia no tiene en cuenta los avances realizados en los últimos meses, aunque aspira a salir de esa lista el próximo año.
«Panamá cumple con todos los estándares internacionales de transparencia y cooperación fiscal, el más reciente el que permite el intercambio automático de información, incluso con Francia», afirmó De Saint Malo.
«Seguiremos trabajando con miras a encontrar una solución a este impasse, buscando mantener diálogos abiertos», añadió.
Sin embargo, algunos sectores panameños rechazan ofrecer información financiera y fiscal porque consideran que el sistema financiero pierde competitividad.
Esta semana, Alejandro Santos, del Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió además aprobar un proyecto de ley para castigar con cárcel la evasión fiscal y «demostrar» así que «se sigue avanzando» en la lucha contra el lavado de dinero.
También evitaría «que Panamá pueda estar en alguna lista que no quisiera estar», dijo Santos.