Bolivia y Chile, ante el momento de la verdad en La Haya por salida al mar
El presidente de Bolivia, Evo Morales (i), saluda al viceministro de Asuntos Exteriores chileno, Alfonso Silva, el 19 de marzo de 2018 en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, Holanda © ANP/AFP/Archivos Jerry Lampen

La Haya (AFP) – Bolivia conoce este lunes tras cinco años de espera si la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya apoya su demanda marítima ante Chile o si bien da carpetazo a este sensible reclamo que enturbia sus relaciones desde hace décadas.

A las 13H00 GMT (10H00 en Chile, 09H00 en Bolivia) en el Palacio de la Paz de la ciudad holandesa, el presidente del tribunal, el somalí Abdulqawi Ahmed Yusuf, debe decir si Santiago tiene la obligación de negociar un acceso soberano al océano Pacífico.

Los 15 magistrados de este tribunal de la ONU sólo deben pronunciarse sobre si existe esa obligación y, en tal caso, si Chile cumplió o debe todavía cumplir con ella. Bolivia no pidió en su demanda de 2013 que se fijaran las formas de acceder al mar.

Al igual que hizo durante los alegatos orales en marzo, el presidente boliviano, Evo Morales, acudirá a la CIJ para el fallo, algo poco usual en jefes de Estado, mientras que su par chileno, Sebastián Piñera, lo seguirá desde Santiago.

El tema es altamente sensible en ambos países. La víspera, la Iglesia católica, en una declaración conjunta de las conferencias episcopales de Chile y Bolivia, urgió a acatar el fallo con «paz y sensatez, espíritu constructivo y fraterno».

– ‘Nueva era’ –

La demanda de La Paz data de abril de 2013, pero sus bases se remontan hasta el Tratado de 1904, que selló la pérdida de 120.000 km2 de territorio, entre ellos los 400 km de costa, por Bolivia en la Guerra del Pacífico (1879-1883) ante Chile.

Pese a la derrota, que supuso el enclaustramiento de Bolivia -el único país de América junto a Paraguay sin costa-, La Paz defiende que Chile se había comprometido a lo largo del último siglo a negociar un acceso marítimo soberano.

Por ello, el gobierno boliviano pide en última instancia a los magistrados que dictaminen que Chile «está obligado a cumplir esta obligación [de negociar] de buena fe, de manera pronta y formal, en un plazo razonable y de manera efectiva».

La sentencia abrirá la vía para que «Bolivia retorne al océano Pacífico con soberanía», auguró el sábado Morales, que aspira a postularse a un cuarto mandato. «A partir del lunes debe iniciarse una nueva era» de relaciones con Chile, agregó.

«Chile espera con tranquilidad el fallo de La Haya (…), porque sabemos que la historia, el derecho internacional y los tratados que hemos firmado sustentan, validan y respaldan la posición chilena», expresó Piñera en Arica (norte).

– Ecos peruanos –

Chile rechaza la demanda por considerar que debe imperar el derecho internacional que regula los tratados como el de 1904, que reconoce a Bolivia el libre uso de puertos chilenos. En septiembre de 2014, la Corte ya le infligió un revés a Santiago, al considerarse competente para juzgar el caso.

A la espera de la decisión, en Chile han surgido voces a favor de abandonar el Pacto de Bogotá -que le da jurisdicción a la Corte- como hizo Colombia en 2012, tras el fallo negativo para sus intereses en el diferendo marítimo que mantuvo con Nicaragua.

Más allá de Santiago y La Paz, que sólo tienen relaciones a nivel consular desde 1978 tras un fallido acercamiento, la decisión del tribunal también será seguida de cerca en Perú, país aliado de Bolivia en el conflicto del siglo XIX.

Perú firmó un acuerdo con Santiago en 1929 que establece que debe ser consultado, si Chile decidiera ceder en algún momento a Bolivia un territorio que fue peruano antes de la guerra.

Chilenos y bolivianos enfrentan un segundo proceso en trámite en la CIJ, por el uso de las aguas del Silala. Para Chile, que presentó en 2016 la demanda, es un río internacional, mientras que Bolivia lo considera un manantial que le pertenece.

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