México (AFP) – Dando gritos y vivas a su líder, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, la bancada parlamentaria de la coalición ganadora de las pasadas elecciones de México celebró este miércoles su juramentación para su nuevo congreso con la mayoría legislativa más numerosa del país latinoamericano en casi 25 años.
Minutos después de la toma de posesión, a la que asistieron 499 de los 500 diputados electos, los legisladores del nuevo oficialismo pasaron de los abrazos y las felicitaciones por su investidura a entonar uno de los cánticos emblemáticos de la campaña del izquierdista.
«¡Es un honor estar con Obrador!», gritaron los legisladores con el puño alzado en medio del salón de sesiones del palacio de San Lázaro, al este de la capital mexicana.
A la ruidosa celebración le siguió otro grito conjunto. Esta vez fue el conteo con el que los mexicanos recuerdan la trágica desaparición en 2014 de 43 estudiantes de magisterio en el sur de México, uno de los escándalos más graves que enfrentó la administración saliente de Enrique Peña Nieto.
Con más de 300 diputados y alrededor de 70 senadores, la coalición ganadora integrada por los partidos Morena, Del Trabajo y Encuentro Social, tiene una cómoda mayoría, un hecho inédito desde 1994, cuando el otrora hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI) la logró por última vez.
Con estos números, la coalición de López Obrador queda también muy cerca de conseguir la mayoría calificada, equivalente a dos tercios de los votos de los legisladores y necesaria para promover cambios en la Constitución del país.
«La gente dio un mandato al congreso en la misma línea de lo que al presidente de la república… la gente votó y la gente dijo qué es lo que quiere y en esa dirección habremos de caminar», dijo Tatiana Clouthier, flamante diputada por Morena y una vocera clave en la campaña de López Obrador.
Clouthier adelantó que el primer encargo de la bancada será aprobar cambios en la ley orgánica del poder Ejecutivo que permitan modificar la estructura del gobierno, que incluye entre otras propuestas la creación de un nuevo ministerio de Seguridad Pública.
«Luego empezaremos con los cambios importantes», agregó, en referencia a las propuestas de mayor calado que López Obrador hizo en campaña.
El PRI, que cierra su administración con bajos niveles de popularidad para Peña Nieto y uno de sus peores resultados históricos en las pasadas elecciones, con 16% frente a 53% de López Obrador, quedó relegado a ser la tercera fuerza parlamentaria.
En la sesión constitutiva del nuevo Congreso mexicano se eligió también a la nueva mesa directiva de los diputados, que será presidida por el veterano político izquierdista Porfirio Muñoz Ledo, elegido con 496 votos a favor y tres en contra.