Washington (AFP) – Estados Unidos y Canadá comienzan el miércoles una fase crucial de conversaciones para intentar salvar sus diferencias y firmar un renovado Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tras el acuerdo de principio alcanzado entre Washington y México.
La canciller canadiense, Chrystia Freeland, que interrumpió una gira por Europa para dedicarse al TLCAN, prevé reunirse en Washington con funcionarios estadounidenses a partir de las 09H00 (13H00 GMT) para revisar «asuntos específicos» y analizar «de cerca» posibles cambios surgidos.
«Esto va a ser un esfuerzo a toda máquina con muchos grupos trabajando intensamente», dijo tras una breve primera reunión el martes con el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, que consideró «muy constructiva».
Freeland se dijo «alentada» por los logros de sus socios, un día después de que ambos anunciaran humo blanco tras cinco semanas de intensos debates centrados sobre todo en el sector automotor.
Pero a pesar de destacar su compromiso hacia un TLCAN 2.0, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, advirtió que firmará un acuerdo siempre y cuando sea «bueno» para su país.
Dos se perfilan como los puntos conflictivos entre Ottawa y Washington: la apertura del protegido sector lácteo canadiense y la modificación del capítulo 19 de solución de controversias en prácticas desleales, dos pretensiones de Estados Unidos que Canadá rechaza.
Freeland regresa a la mesa luego de que la revisión del TLCAN entre los tres socios se empantanara en mayo, en parte por las presidenciales mexicanas.
Los lineamientos para un TLCAN 2.0 anunciados por Estados Unidos y México incluyen mayores porcentajes de contenido regional para la industria automotriz así como requisitos de mano de obra en zonas de salarios más altos, protecciones más estrictas para los trabajadores, y una vigencia del tratado de 16 años, con posible revisión cada seis.
– «¡Será un gran éxito!» –
Trump, que dejó incierto el futuro del TLCAN vigente desde 1994 al sugerir negociar dos tratos por separado si no lograba acordar con Canadá, destacó lo negociado con sus vecinos al sur del Río Grande.
«Nuestro nuevo Acuerdo de Comercio con México se enfoca en AGRICULTORES, CRECIMIENTO para nuestro país, derribando BARRERAS COMERCIALES, EMPLEOS y haciendo que las empresas continúen VOLVIENDO A NUESTRO PAÍS. ¡Será un gran éxito!», tuiteó el martes por la noche.
Para Freeland, el acuerdo con México «despeja el camino» para pláticas «importantes, sustanciales y productivas con Estados Unidos esta semana».
La canciller mexicana destacó el hecho de que México haya tomado «algunas decisiones difíciles» en relación a la industria automotriz, tan crucial para su economía.
Según lo acordado, entre el 40% y 45% de los vehículos deberá ser fabricado por trabajadores que ganen por lo menos 16 dólares la hora. «Eso es algo significativo para Canadá», dijo.
«Ese entendimiento bilateral abre la puerta a la reincorporación de Canadá al proceso y nos coloca en la recta final para alcanzar un acuerdo trilateral que permita concluir definitivamente las negociaciones», dijo el martes a empresarios el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Peña Nieto y el mandatario electo Andrés López Obrador, que negociaron con Estados Unidos como «un frente común», han insistido estos días en que el TLCAN debe seguir siendo trilateral.
– Puntos difíciles –
Freeland conversó el martes por la noche con la delegación mexicana, encabezada por el canciller Luis Videgaray. Fue «una buena reunión» se limitaron a decir los negociadores mexicanos al abandonar la embajada canadiense, según reportes de prensa.
El ministro de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, dijo el lunes haber estado en «comunicación permanente» con Freeland, con lo cual Canadá cuenta con «información exacta» de lo ocurrido en la mesa.
El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, confió en que Canadá acepte los términos negociados con México, pero, al igual que Trump, advirtió que de no prosperar un trato con Ottawa, Washington podría optar por el camino bilateral.
«Creo que tendremos éxito, pero nuevamente, si no lo logramos, seguiremos adelante con México y luego llegaremos a un acuerdo por separado con Canadá», señaló.
Trump ya dijo que no aceptará los aranceles canadienses sobre las importaciones de productos lácteos, que pueden alcanzar hasta un 300%, en tanto Trudeau rechazó rotundamente la demanda de abrir el mercado lácteo.
«Hay una palabra con la que Canadá tiene problemas: es L-E-C-H-E», dijo el martes el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow.
El gobierno de Trump dijo que notificará al Congreso el viernes sobre el acuerdo con México, lo cual permitiría cumplir el plazo de 90 días requerido para que Peña Nieto pueda firmarlo antes de entregar el poder el 1 de diciembre.
Si se pretende que sea sellado por Peña Nieto, el texto de un TLCAN 2.0 debe estar listo para el 30 de septiembre, señalaron legisladores y exfuncionarios comerciales estadounidenses, subrayando que la Casa Blanca no tiene autoridad para reemplazar el TLCAN por un acuerdo comercial binacional.