México (AFP) – El crecimiento económico de América Latina y el Caribe será menor de lo esperado este año en un contexto internacional «marcado por la incertidumbre y la volatilidad» y que ha tenido especial incidencia en países sudamericanos como Argentina y Venezuela, informó este jueves la Cepal.
La economía regional se expandiría un 1,5% este año, una revisión a la baja de 0,7 puntos porcentuales desde la estimación de 2,2% reportada en abril por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
«Nuestra región sigue creciendo, aunque a menor ritmo de lo proyectado hace unos meses, a pesar de las turbulencias internacionales», dijo la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, durante la presentación del informe en Ciudad de México.
El organismo señaló que los conflictos comerciales entre Estados Unidos, China y otras naciones; los riesgos geopolíticos crecientes, la caída de flujos de capitales hacia mercados emergentes en meses recientes y un alza del riesgo soberano componen «un escenario global complejo» para el crecimiento regional.
A ello se suma la depreciación de las monedas locales frente al dólar y un menor dinamismo del crecimiento económico mundial, agregó la Cepal.
El reporte destaca además la «gran heterogeneidad entre los distintos países y subregiones», pues se espera que América del Sur crezca 1,2% este año, mientras que Centroamérica lo haría en 3,4% y el Caribe en 1,7%.
«Le va mejor a México y Centroamérica que a Sudamérica en 2018», destacó Bárcena.
La economía brasileña, la más grande de América Latina, crecería 1,6% este año frente al 1% del 2017, mientras que México, la segunda mayor, se expandiría 2,2% frente al 2% del año pasado, según las proyecciones de Cepal.
Argentina sufriría una contracción de 0,3% en su PIB este año tras crecer 2,9% en 2017, mientras que para Venezuela se espera un desplome del 12%, levemente menor al -13% que registró el año pasado.
Bárcena distinguió, sin embargo, el buen desempeño de otras economías sudamericanas como Perú, Chile y Bolivia, para las que se pronostican expansiones anuales del 3,6%, 3,9% y 4,3%, respectivamente.
«El resto de las economías de Sudamérica tienen un gran dinamismo (…) aquí el gran tema es Argentina», agregó la secretaria ejecutiva.
– Argentina, «un cóctel complejo» –
Para Mario Cimoli, secretario ejecutivo adjunto de la Cepal, Argentina es un «cóctel complejo» que combina una situación de atraso cambiario, un fuerte incremento de los precios y un contexto de «acelerada apertura con fuerte movilidad de capitales».
«Produjo una situación que es difícil de manejar», dijo Cimoli, quien estimó que de lograr controlar los problemas de liquidez que enfrenta la economía se podría tener un primer trimestre positivo en 2019.
Sobre Venezuela, Bárcena sostuvo que hay «un cuadro sumamente complejo», debido a una combinación de hiperinflación, una contracción del PIB del 43% en los últimos cinco años y falta de información oficial sobre sus variables económicas.
Consideró que sus problema más graves son un endeudamiento que es «cada día más caro y escaso», aunado al declive de su producción y exportaciones petroleras, su principal fuente de ingresos.
Pese a la ralentización en el ritmo del Producto Interno Bruto (PIB), la organización destacó que América Latina ha visto un repunte de la demanda interna, especialmente del consumo privado, y un leve aumento en la inversión.
«El consumo en todas las subregiones es quizás la variante más importante en la demanda interna», subrayó Bárcena.
De cara a lograr un crecimiento regional más vigoroso, Bárcena insistió en la necesidad de que la región dé «una mirada estratégica a la inversión pública», dado su papel clave para potenciar la participación del sector privado.
«Es la que va a cerrar la brecha de desigualdad y la que va a atraer la inversión privada», concluyó.